Una virtual escalada de graves casos de abusos contra menores se desató nuevamente en Chile, pese a las drásticas sanciones previstas en leyes vigentes desde 1995 sobre la violencia intrafamiliar.
Los hermanos Lorena y Cristián, de nueve y 10 años, del modesto municipio santiaguino de Cerro Navia, fueron hospitalizados el día 24 con graves quemaduras y el síndrome del maltrato infantil, según diagnosticaron los médicos del hospital Exequiel González Cortés.
Al mismo centro asistencial, especializado en la atención de menores, ingresaron en las últimas dos semanas otros cuatro niños con graves lesiones, que incluyen traumatismos, fracturas y otros daños, causados por sus progenitores.
Los abogados del Servicio Nacional de Menores (Sename) iniciaron acciones ante los tribunales para que se apliquen en estos casos las leyes de Violencia Intrafamiliar y Maltrato Infantil, expedidas por el presidente Eduardo Frei en 1995.
Recién en marzo, al culminar el primer juicio entablado de acuerdo a esas normativas, un hombre fue condenado a 20 años de presidio por el asesinato de su pequeña hija, de 15 meses, a quien azotó contra una pared.
El individuo actuó exasperado porque el llanto de la niña le impedía seguir un partido de fútbol por la televisión y la pequeña resultó con un traumatismo encéfalo craneano que tras una semana le provocó la muerte.
A este caso se suman por lo menos otros procesos pendientes por casos de extrema crueldad, como el de una niña de dos años que desde hace más de 12 meses permanece en estado de coma a consecuencia de los sistemáticos castigos de su padre.
La sociedad chilena reaccionó con indignación y preocupación ante esta nueva oleada de violencia contra los niños, que reactualiza la calificación de Chile como el país latinoamericano donde hay más maltrato infantil.
Estudios del Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) establecieron hace dos años que las naciones de mayor violencia intrafamiliar en perjuicio de los menores son, en ese mismo orden, Japón, Alemania y Chile.
Esta suerte de "ranking" puede ser discutible en tanto la calidad de las estadísticas hospitalarias y policiales puede ocultar realidades críticas de abuso contra los niños en otros países, reconocen los expertos de UNICEF.
Pero ello no invalida que el problema del maltrato es un fenómeno de gran magnitud y alta gravedad en esos tres países, y especialmente en Chile, donde se estima que 40 por ciento de los menores de cinco años sufre maltratos calificados de "duros".
Lorena y Cristián fueron víctimas de un trance de locura de su madre, que desesperada por el abandono de su conviviente quiso suicidarse prendiendo fuego a su modesta vivienda en Cerro Navia, mientras sus hijos dormían.
Los médicos comprobaron, sin embargo, que los menores, además de las quemaduras, presentaban rasgos sicológicos típicos del llamado síndrome de maltrato, que determina sus conductas hacia terceros.
Los mismos síntomas muestra en el mismo hospital el pequeño Ignacio Cifuentes, de un año y 10 meses de edad, quien fue llevado al servicio de urgencia el día 10 por su madre y su padrastro, aparentemente con un ataque de apendicitis.
Ignacio presentaba vómitos e intermitente dolor de estómago y cuando los médicos lo operaron se encontraron con que tenía roto el bazo, para detectar luego la huella de un puñetazo en su espalda y de cabello arrancado en la cabeza.
La acción legal iniciada por el Sename podría impedir que el menor vuelva, una vez curado de sus heridas, a su hogar, a convivir con sus progenitores que tienen antecedentes como consumidores de alcohol y pasta base de cocaína.
Víctor Sanhueza, de sólo un año y medio, fue internado en el hospital con fractura en la órbita del ojo izquierdo y hematomas en los dos globos oculares, por golpes que le habría propinado su padrastro, aunque su caso no es de maltrato crónico como el de Ignacio.
También en el hospital Exequiel González Cortés está Juan Campos, un niño epiléptico de 12 años que nunca fue tratado de su enfermedad, y que hoy sufre neumonía porque aspiró e ingirió kerosene, sospechándose que su abuela le habría suministrado el combustible en un biberón.
El inventario de recientes episodios de maltrato tratados en ese centro asistencial se cierra con César Verdugo, de 14 años, a quien su padre, actualmente detenido, le fracturó un brazo luego de golpearlo.
La pediatra Andrea Mena señaló que seis casos de maltrato infantil en dos semanas reflejan un alarmante índice de aumento de este fenómeno, ya que normalmente el hospital interna a un niño por mes como consecuencia de violencia intrafamiliar.
La médica expresó preocupación porque en la mayoría de los casos los menores volverán a un entorno familiar de violencia, una vez dados de alta en el hospital, mientras se realizan las diligencias judiciales y de asistencia social previstas en las leyes. (FIN/IPS/ggr/ag/hd/97)