La mayoría de las grandes potencias critican en forma parcial la situación de los derechos humanos en China, pero aparentemente ninguna se muestra dispuesta a proponer una resolución de condena en la Comisión de Derechos Humanos de las Naciones Unidas (ONU).
El embajador de Estados Unidos ante la ONU, Bill Richardson, admitió que el caso de China se encuentra indefinido y estimó que el desenlace dependerá de las reacciones de los próximos días a la iniciativa china de una moción sin condena.
Richardson indicó que la estrategia de Washington consiste por ahora en respaldar una moción sobre China auspiciada por un país europeo.
En medios de la Conferencia se comentó que los tradicionales aliados de Estados Unidos, como Japón, Francia y aún Alemania se muestran reticentes a encabezar una iniciativa de condena franca a Beijing.
En su discurso de este martes ante el plenario de la Comisión, Richardson dirigió las primeras críticas a Cuba. "Los derechos humanos son lo último en la mente de La Habana ante la Comisión de Derechos Humanos", dijo.
Richardson mencionó a continuación a Birmania, Sudán, Irán e Iraq y sólo en último término a China. En el país de Asia del este, dijo, se observaron algunas reformas positivas en la aplicación de las leyes, pero el gobierno de Beijing sigue cometiendo abusos a los derechos humanos.
El diplomático negó en una rueda de prensa posterior que Washington aplique un doble rasero en el campo de los derechos humanos con relación a un país poderoso, como China, y a uno "menos poderoso", como Cuba.
La situación en Cuba, sostuvo Richardson, es deplorable, con detenciones arbitrarias, encarcelamientos, abusos y amenazas a los derechos humanos, en especial de los "activistas democráticos".
El embajador de Cuba, Carlos Amat Flores, ejerció su derecho a réplica en la Conferencia de Derechos Humanos y tildó a Estados Unidos del "más connotado violador de los derechos humanos de este mundo, responsable de guerras genocidas, guarida de terroristas y sostén de dictaduras atroces".
La Comisión de Derechos Humanos, que sesionará hasta el día 18, deberá adoptar en sus dos últimas semanas resoluciones sobre los asuntos más debatidos, como los casos de China y Cuba. (FIN/IPS/pc/97