Los ministros de Agricultura de la Unión Europea (UE) aprobaron el etiquetado de carnes de vacuno sanas y la puesta en marcha de un sistema de identificación de los animales.
El etiquetado será obligatorio en el intercambio intracomunitario a partir del 2000, pero podrá ser optativo dentro del territorio de los estados miembros de la UE.
Las etiquetas informarán al consumidor el origen de la carne, el número de identificación y el sexo del animal, así como el método de engorde y datos relativos a su sacrificio.
Asimismo, fue aprobada la puesta en marcha de un sistema de identificación y registro de los animales, que comprenderá marcas en las orejas, una base de datos, pasaportes individuales que permitan hacer un seguimiento de los animales y registros de cada explotación.
Gran Bretaña está de acuerdo con el etiquetado obligatorio, a pesar de sus temores de que ello conlleve un boicot indefinido de sus productos cárnicos.
De acuerdo con Info-Consumo, publicación de Estudios de Consumo de Cantabria, España, el gobierno británico fue acusado de ocultar un informe encargado por el Servicio de Higiene de la Carne, dependiente del Ministerio de Agricultura, en el que se denunciaban negativas condiciones de higiene en los mataderos del Reino Unido.
Estas, según dicho informe, comportaban peligros de contagio por bacterias E.Coli y de transmisión de enfermedades como la salmonella y la encefalopatía espongiforme bovina (mal de las "vacas locas"), y advertía que las reses y los instrumentos utilizados para su sacrificio se encontraban en condiciones higiénicas deficientes, contaminadas por excrementos y sangre.
Las críticas por la gestión del gobierno británico en la crisis de las "vacas locas" habría sido la causa de que no se diera a conocer dicho informe, cuya fecha de publicación estaba prevista para marzo de 1996.
Según Info-Consumo, la administración explicó su decisión de no publicar el informe porque "llegaba en un mal momento", por la crisis de las "vacas locas".
Al mismo tiempo, la revista Nature divulgó un documento interno de la Comisión Europea donde se pone de manifiesto que muchos Estados miembros no han dado los pasos adecuados para detectar el mal de las "vacas locas" o prevenir su difusión.
El documento, realizado en base a inspecciones en 13 países europeos, afirma que la calidad y los sistemas de vigilancia varían mucho, y el hecho de que no siempre se compense completamente a los ganaderos por declarar los casos es un desincentivo para que lo hagan. (FIN/Consumers International-IPS/97