El quinto congreso del gobernante Partido Comunista de Cuba (PCC) reafirmará en octubre los principios ideológicos de la revolución de 1959 y la opción socialista como sistema político del país caribeño.
La máxima reunión del PCC comenzará el 8 de octubre, en homenaje al 30 aniversario de la caída en combate del comandante guerrillero argentino-cubano Ernesto Che Guevara.
El congreso finalizará el día 10 de ese mes, cuando se celebren 99 años del inicio de la Guerra de los Diez Años, primera sublevación armada de la isla contra el colonialismo español, en un intento de demostrar que la revolución cubana supone la continuidad de un proceso histórico.
"El secreto de lo que algunos han valorado como un milagro del sistema socialista cubano radica en el hecho de que el país ha sido dirigido por un partido de vanguardia", según la convocatoria al congreso.
El documento, presentado el miércoles por José Ramón Machado Ventura, miembro del Buró Político del PCC, reveló que la reunión fundamentará sus valoraciones en el terreno de las ideas en los resultados de "un amplio debate popular".
El partido someterá a la consulta de toda la población cubana un análisis de "los principios y postulados que ha sustentado y sustentará la revolución cubana" y pretende que se convierta en un acto "participativo" y de "reafirmación".
La consulta popular dará continuidad al proceso iniciado en vísperas del congreso anterior, cuando los debates sobre el nuevo programa del PCC se convirtieron en un foro sin precedentes sobre los principales problemas de la sociedad cubana.
El cuarto congreso se realizó en octubre de 1991 y "alertó previsoramente que el país se adentraba en la situación más difícil que había conocido el proceso revolucionario", según la nueva convocatoria.
La reunión coincidió con el comienzo de la peor crisis económica vivida en Cuba en la segunda mitad de este siglo, que provocó una caída del producto interno bruto de 34,3 por ciento entre 1989 y 1993.
El cuarto congreso dio luz verde a la introducción paulatina de una serie de transformaciones económicas, estableció las bases para la reforma del sistema electoral cubano y promovió una apertura religiosa en la isla.
Según el documento, el PCC debió "enfrentar y contrarrestar fenómenos negativos como el egoísmo, la sicología mercantilista, el afán de lucro, el consumismo y la pérdida de determinados valores éticos y revolucionarios".
"Las necesarias transformaciones económicas, el natural desgaste social en estos años duros y la incrementada acción del enemigo han sido un enorme reto para el trabajo político- ideológico" del partido, de acuerdo con la convocatoria.
La Habana considera al gobierno de Estados Unidos el principal enemigo de la revolución cubana y el promotor, junto a grupos de exiliados de origen cubano en ese país, de todo vestigio de subversión interna.
"El enemigo intentó aprovechar la situación crítica que sufrió el país para levantar cabeza", aseguró el Partido en referencia a los acontecimientos de agosto de 1994 que culminaron en la llamada "crisis de los balseros".
El incidente del 5 de agosto, considerada la primera manifestación antigubernamental contra el presidente Fidel Castro, provocó la presencia en el lugar de los hechos del propio mandatario y de miles de sus seguidores en la capital cubana.
Como consecuencia, el gobierno cubano anunció la apertura de sus fronteras para que todo el que quisiera emigrar hacia Estados Unidos lo hiciera libremente. La crisis derivó en la firma de acuerdos migratorios entre La Habana y Washington el 9 de septiembre de 1994.
Pasados casi tres años, la cuestión es aún el gran punto de coincidencia entre los dos gobiernos, interesados en convertir la emigración cubana en un proceso legal.
Pero las tensiones aumentaron con la aprobación el año pasado de la ley Helms-Burton en Estados Unidos, que profundiza el bloqueo comercial pues prevé sanciones a empresas de terceros países que "trafiquen" con antiguas propiedades de ciudadanos estadounidenses confiscadas en la isla por el gobierno comunista.
La convocatoria al quinto congreso calificó un programa para la transición de Cuba del socialismo al capitalismo presentado en enero por el presidente de Estados Unidos de "elucubraciones indignantes de (Bill) Clinton".
"En el centro de nuestra atención se mantendrán la eficiencia económica, la justicia social y la defensa" como condiciones para el triunfo cubano en el terreno de la "lucha de ideas", aseguró el documento.
El partido llamó a continuar el cumplimiento del programa alimentario, a rebajar los costos, lograr rentabilidad en la producción y los servicios y la obtención de "los mejores resultados posibles" en la producción de azúcar, principal mercadería de exportación.
Las autoridades pretenden mantener un nivel óptimo en la siembra y cultivo de caña de azúcar, la construcción y explotación de las instalaciones turísticas, el ahorro y producción de energía y en la aplicación de la política tributaria y de saneamiento financiero.
El congreso analizará los avances de los últimos años en materia de educación, salud, ciencia, cultura, deportes y defensa y, al mismo tiempo, mantendrá la ofensiva contra el delito, las indisciplinas sociales y otros fenómenos considerados "ajenos" a los principios de la revolución cubana. (FIN/IPS/da/mj/ip/97