El Partido Comunista de Cuba realizará su quinto congreso, en una fecha aún no establecida, sin haber logrado borrar el fantasma de la crisis económica y en medio de crecientes tensiones con Estados Unidos.
La convocatoria oficial será hecha pública este miércoles durante el acto con motivo del 36 aniversario de la proclamación del carácter socialista de la revolución cubana, informó este martes el diario Granma, órgano oficial del Partido Comunista, aunque no precisó la fecha del encuentro.
La declaración, realizada por Castro en abril de 1961, antecedió a la invasión de Bahía de Cochinos por unos 1.500 hombres, reclutados y entrenados por la Agencia Central de Inteligencia (CIA) de Estados Unidos entre exiliados cubanos en ese país.
La convocatoria del congreso era esperada desde 1996, cuando se cumplieron cinco años de la realización del anterior, celebrado en la ciudad de Santiago de Cuba, a 967 kilómetros de La Habana.
El cuarto congreso, que sesionó al inicio de la peor crisis económica del gobierno de Fidel Castro, otorgó poderes extraordinarios al Comité Central, de 225 miembros, para que hiciera frente con agilidad ante la situación especial.
Precedido por un amplio proceso de debate social, el foro introdujo mayor flexibilidad en el programa partidista y aunque mantuvo el principio del partido único, amplió la base social de la organización y propuso una serie de modificaciones constitucionales.
Entre las transformaciones más relevantes se cuentan la aceptación de religiosos en el Partido Comunista y el sustento legal para la futura apertura del país al capital extranjero.
"Este es otro país", dijo a IPS Milene Pérez, una ingeniera electrónica de 34 años, consultada mientras esperaba el autobús que la llevaría a la fábrica donde trabaja. Pero Jorge Gutiérrez, un técnico en computación de 38 años, opinó que "por muchos cambios que se hagan, en esencia todo es lo mismo".
En los casi seis años pasados desde el último congreso del Partido Comunista, los cubanos vivieron los efectos de una crisis que produjo la caída del producto interno bruto en 34,3 por ciento.
Aplastantes para unos y demasiado cautelosas para otros, las reformas económicas incluyeron la legalización del dólar, la apertura del trabajo por cuenta propia y la introducción de un plan para el saneamiento de las finanzas internas.
Las autoridades cubanas impulsan transformaciones en la propiedad, el sistema financiero y bancario, las condiciones del empleo y la estructura empresarial, y abren el país a la inversión extranjera.
"No hay duda de que se ha desarrollado una dinámica interna de recuperación", declaró el vicepresidente Carlos Lage, principal conductor de la política económica, aunque también admitió que la situación económica del país continúa siendo difícil.
La economía cubana creció 7,8 por ciento en 1996 y, según pronósticos oficiales, para fines de este año deberá crecer alrededor de cinco por ciento, producto de la recuperación de los principales sectores económicos.
No obstante, fuentes oficiales reconocen que el avance aún es insuficiente y aseguran que la economía no se libra de los efectos del bloqueo estadounidense y de su nueva manifestación, la ley Helms-Burton.
Las tensiones aumentaron a principios de este año, cuando el presidente de Estados Unidos, Bill Clinton, dio a conocer el documento titulado "apoyo para una transición democrática en Cuba", que pretende la sustitución del gobierno de Castro.
Esta semana, observadores locales esperan con interés la reacción de Cuba ante el acuerdo entre la Unión Europea y Estados Unidos para que el bloque europeo renuncie a la presentación de una demanda contra la ley Helms-Burton en la Organización Mundial de Comercio.
El conflicto se genera alrededor de los capítulos de la ley que establecen la posibilidad de llevar ante tribunales de Estados Unidos a empresarios extranjeros que "trafiquen" con propiedades de ciudadanos norteamericanos confiscadas en la isla.
"Como siempre el aumento de las tensiones entre Cuba y Estados Unidos lleva a un reforzamiento de la ideología oficial en el plano interno", comentó un profesor universitario ante una campaña de reafirmación patriótica oficial que coincide con la convocatoria del quinto congreso del Partido Comunista. (FIN/IPS/da/ag/ip/97