COLOMBIA: FARC rechazan negociar con gobierno de Samper

El anuncio de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) de que no negociarán con el presidente Ernesto Samper echó por tierra las esperanzas abiertas con el anuncio de una nueva estratergia del gobierno para la búsqueda de la paz.

Dos días después de la realización del primer foro convocado por el gobierno para oír a representantes de la sociedad civil sobre su propuesta de paz, Raúl Reyes, del secretariado de las FARC, anunció que su organización "no puede y no va a sentarse a dialogar con un gobierno ilegítimo".

Reyes, encargado de asuntos internacionales de las FARC, dijo desde Costa Rica a la televisión de Colombia, que el gobierno busca "oxígeno al hablar de una paz que no ha querido hacer porque desató una guera" que sostiene con más impuestos.

El Ejecutivo carece de "seriedad y sólo busca asegurar su continuidad", estimó.

En 1995, las FARC habían expresado ya su decisión de no dialogar con el gobierno luego que se denuncviara que la campaña electoral de Samper en 1994 había sido parcialmente financiada por el narcotráfico.

Para el grupo insurgente, el foro convocado por el gobierno el pasado viernes forma parte de la estrategia de "los candidatos que quieren conseguir votos para que los elijan" sin adquirir compromisos reales "para detener la guerra".

El foro fue convocado en el marco de la iniciativa del nuevo ministro de Defensa, Gilberto Echeverry, de adoptar una "política de Estado" en el plano de la búsqueda de la paz. de tueno.

Echeverry se propone impulsar la creación de un Consejo Nacional para la Paz con participación del gobierno, representantes de la sociedad civil, la Iglesia Católica, fuerzas sindicales y el empresariado.

El Consejo debería preparar propuestas políticas y diseñar caminos y procedimientos que permitan establecer condiciones concretas de negociar la paz entre las partes en conflicto.

Reyes consideró que el Consejo puede convertirse en un organismo burocratizado y con poco poder para la toma de decisiones.

Según el dirigente insurgente, para empezar a construir la paz se requieren unas garantías mínimas, entre las cuales el abadono por el Ejército de una selvática región del este de Colombia.

Reyes reafirmó la posición expresada por el máximo jefe de su organización, Manuel Marulanda, en el sentido de que las FARC no dialogarán con paramilitares.

En el foro del viernes último, el gobierno anunció su reconocimiento a los miembros de la guerrilla como "interlocutores políticos válidos" con los que es posible abordar un proceso de paz sin condiciones preestablecidas.

No obstante, para el ex asesor de la Consejería presidencial para la paz y ex guerrillero Alfredo Rangel, la propuesta del gobierno "no tiene ningún asidero ni en la coyuntura política actual ni en la dinámica estructural del conflicto".

El país ha vuelto a "ilusionarse vanamente con la supuesta posibilidad" de un reinicio del diálogo mientras la guerrilla se prepara para la guerra", afirmó.

Para Rangel, "resulta impensable" que la guerrilla a última hora decida reiniciar el diálogo "con un gobierno que prácticamente está de salida" y al que ha considerado indigno por haber sido elegido con dinero del narcotráfico.

La Coordinadora Nacional Guerrillera cuenta con 14.000 combatientes, unos 10.000 de los cuales pertenecen a las FARC. Los insurgentes ejercen control directo o indirecto sobre más de la mitad de los municipios del país. (FIN/IPS/yf/dg/ip/97

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