El alto índice de congestionamientos en el tránsito de Brasilia, inexistente hace pocos años, es el precio que sus habitantes deben pagar por el exceso de individualismo, según expertos.
La comodidad del auto particular en la capital de Brasil es un privilegio de un número cada vez mayor de personas, lo que causa un crecimiento de la flota de vehículos lejano del previsto.
Por esta ciudad, proyectada para una circulación de alrededor de 100.000 vehículos, transitan a diario 600.000.
Con una ocupación promedio de 1,3 personas por automóvil, la flota de Brasilia crece ocho por ciento al año, lo que implica 40.000 nuevos vehículos que circulan por las calles y avenidas del Distrito Federal.
El tráfico considerado problemático en algunos puntos, especialmente en las horas "pico", está siendo analizada por los departamentos de Tránsito y de Calles y Caminos del gobierno de la ciudad.
El Departamento de Ingeniería de Tránsito del Detran firmó este mes un convenio de asesoría con la Universidad de Brasilia. "Será un trabajo importantísimo para la mejoría del flujo de vehículos en las calles congestionadas", dijo el director de esta división, Antônio Bonfim.
El funcionario sugirió, además, inversiones en el transporte público, de modo de incentivar a los conductores para que dejen sus automóviles en sus casas.
También se estudiará la sincronización de los semáforos, con distintos programas de tiempo, y mejoras de vías y cruces. (FIN/IPS/mj/dv/97
