La organización de derechos humanos Amnistía Internacional urgió a la república de Chechenia a eliminar de su código penal disposiciones de la "sharia" (ley islámica tradicional) violatorias de los derechos básicos del hombre.
Las autoridades de la república separatista, escenario de una reciente y brutal guerra entre las fuerzas de Moscú y los rebeldes, incorporaron principios de la sharia a su código penal el año último, indicó Amnistía en un informe sobre tortura en la Federación Rusa, lanzado este jueves en Londres.
Aunque la aplicación de esos principios fue posteriormente suspendida, el grupo teme que el código sea aplicado en distritos periféricos y destaca la determinación de las autoridades a aplicar la sharia en un futuro estado independiente checheno.
Así mismo, Amnistía exhortó a las autoridades a reformar todos los artículos del código que establezcan castigos corporales tales como el castigo con palmeta y las amputaciones, así como la pena de muerte, y a remplazarlos por "sanciones que no violen las normas internacionales de derechos humanos".
"El código es un documento abominable desde la perspectiva de los derechos del hombre" debido a disposiciones como la pena de muerte para los homosexuales y las amputaciones a los ladrones, afirmó Mariana Katzarova, de Amnistía.
Los rebeldes hicieron a un lado sus diferencias con Moscú por cinco años como parte de un cese del fuego acordado el año pasado, y mientras tanto las normas legales permanecen poco claras.
Técnicamente, Chechenia aún forma parte de la Federación Rusa y está sujeta a sus leyes, pero los detalles de su aplicación, ante la insistencia de los chechenos en la autonomía, quedaron deliberadamente en la nebulosa para prevenir nuevos conflictos.
El propio informe reconoce las dificultades derivadas de la indeterminación del estatuto jurídico de Chechenia, pero expresa una "profunda preocupación por el gran número de disposiciones violatorias de la prohibición de la tortura y los malos tratos, así como de la pena capital".
Aunque las disposiciones de la sharia están temporalmente suspendidas, podrían aplicarse en zonas remotas de Chechenia, y además muchos líderes están decididos a aplicarlas en el futuro estado independiente.
"Chechenia será un estado islámico independiente basado en la sharia", anunció el ex presidente interino de Chechenia, Zelimjan Yandarbayev, el 21 de enero.
Pero cualquiera sea el caso, los derechos humanos deben ser respetados, advirtió Amnistía. "Independientemente de su estatuto legal, la república de Chechenia está obligada a observar todas las normas internacionales de derechos humanos, que siempre priman sobre la legislación nacional", previno.
El grupo aclaró que no promueve ni se opone a ningún sistema de justicia en particular, pero expresó su profunda preocupación por el gran número de disposiciones del código penal checheno que prevén la pena de muerte.
"Esto es especialmente preocupante a la luz de los continuos esfuerzos de la comunidad internacional hacia la abolición de la pena capital en la Federación Rusa, como parte de los compromisos asumidos tras el ingreso al Consejo de Europa, en 1996", señala el informe.
El código no sólo incluye la pena capital en base al criterio "ojo por ojo", sino que introduce nuevos tipos de ejecución como la decapitación, la lapidación (en caso de adulterio) y la muerte "en la misma forma en que el asesino mató a su víctima".
Amnistía documentó el uso de la tortura y los malos tratos por parte de ambos bandos de la guerra de Chechenia, incluyendo el electroshock, la violación como forma de castigo a los aldeanos que apoyaban a los rebeldes, la toma de rehenes y posibles ejecuciones extrajudiciales.
El informe también denuncia violaciones a los derechos humanos en el marco del sistema de justicia penal de toda Rusia.
Amnistía urgió al presidente ruso Boris Yeltsin a derogar tres decretos que violarían la Constitución nacional permitiendo la tortura o el maltrato de prisioneros.
"Con el objetivo de combatir la delincuencia, la Federación Rusa amplió las facultades de las fuerzas del orden y la seguridad en detrimento de los derechos constitucionales, y las minorías étnicas son particularmente vulnerables", destaca el informe. (FIN/IPS/tra-en/dds/rj/ml/hd/97