Diez personas murieron en enfrentamientos entre hombres armados y policías de la anglófona provincia del Noroeste, en Camerún, y partidos de oposición creen que el gobierno fomenta el caos para postergar las elecciones generales de mayo.
El origen de los disturbios no quedó claro. Fuentes oficiales culparon de los hechos a un grupo separatista, pero adversarios del presidente Biya acusaron al gobierno de intentar el aplazamiento de los comicios al menos en la provincia del Noroeste, un bastión opositor.
El gobierno respondió asegurando que no modificará el calendario electoral.
Hombres armados de rifles y arcos y flechas atacaron el 27 de marzo la localidad de a Jakiri, a 80 kilómetros de la capital provincial, Bamenda, y dos poblados del departamento de Bui, informó Fai Yengo Francis, gobernador de la provincia del Noroeste.
Un policía murió en Jakiri, cuando los atacantes intentaron asaltar la estación local de policía, según comunicó el diario Cameroon Tribune.
El mismo día, el subprefecto del distrito de Oku, en Bui, fue golpeado por un grupo de personas, secuestrado durante 24 horas junto con seis gendarmes y luego liberado. Fueron robadas las armas y municiones de los policías.
La residencia del subprefecto de Kumbo, capital de Bui, fue incendiada. La prensa informó que cuatro miembros de su familia sufrieron graves quemaduras.
Los disturbios se extendieron al día siguiente a Bamenda, cuando un grupo de jóvenes armados atacó a la policía, la estación local de la radio del Estado y al grupo antimotines.
Los enfrentamientos entre civiles y las fuerzas de seguridad también se sucedieron durante el fin de semana en otras partes de la provincia.
El ministro de Comunicación, Augustin Kontchou Kuomegni, informó que tres policías y siete civiles murieron en los disturbios. Hubo 12 detenidos.
El gobernador Fai impuso el sábado el toque de queda en horas de la noche y prohibió las armas en funerales y otras ceremonias.
También suspendió el programa de radio "Crossfire" (Fuego Cruzado) que había recibido varias llamadas en respaldo a los atacantes que, según algunos comentaristas, habrían comenzado una rebelión en forma.
Fai acusó a los detenidos de robar explosivos de una empresa de construcciones. Aseguró que el robo y los ataques estaban relacionados y que algunos de los detenidos pertenecían a partidos políticos opositores.
Sin embargo, la prensa informó el lunes que no estaba confirmada la vinculación política de los detenidos.
Las autoridades de la provincia responsabilizaron de la violencia al Consejo Nacional de Camerún del Sur (SCNC), que exige la autodeterminación para el Camerún anglófono.
Las provincias del Noroeste y Sudeste son las únicas anglófonas en el mayoritariamente francófono Camerún. Formaron parte del Camerún británico hasta 1961, cuando un plebiscito resolvió la dvisión de esa zona.
La franja norteña de Camerún británico se integró a Nigeria, y los habitantes del sur de ese territorio escogieron la federación eon el antiguo Camerún francés, independiente desde 1960.
Pero una reforma constitucional aprobada en 1972 con apoyo en la mayoría francófona (80 por ciento de la población) reemplazó el sistema federal por un régimen centralizado.
Desde entonces, los anglófonos afirman que son marginados. El SCNC comenzó el último año una campaña e recolección de firmas para celebrar un plebiscito de autodeterminación en las dos provincias.
Sin embargo, el Consejo siempre se opuso a la violencia. Según Alex Taku, dirigente del SCNC, su partido quiere que el país vuelva al sistema federal, "pero con la fuerza del argumento y no con el argumento de la fuerza".
La oposición cree que los distubrios fueron provocados por el gobierno. John Fru Ndi, líder del Frente Social Democrático (SDF), dijo al semanario Le Messager que "el régimen de Biya manipula a los jóvenes para tener un pretexto para aplazar las elecciones".
Abel Eyinga, dirigente del partido La Nationale, sostuvo que los disturbios fueron una provocación del presidente Biya para permitir el fraude electoral o simplemente la anulación de las elecciones.
Kuomegni afirmó en una conferencia de prensa que Biya no modificará el calendario electoral. "El pueblo de Camerún debe estar tranquilo", dijo el ministro.
El artículo nueve de la Constitución permite al presidente decretar el estado de emergencia, y suspender entonces la convocatoria a elecciones, si la integridad territorial de Camerún, su independencia o instituciones, corren grave peligro. (FIN/IPS/tra-en/no/kb/aq-ff/ip/97