El Papa Juan Pablo II recibió hoy en audiencia privada al Vicepresidente de Bolivia, Víctor Hugo Cárdenas, quien lo invitó a visitar su país en ocasión del viaje que realizará en octubre a Brasil.
Cárdenas entregó al Papa una invitación personal del presidente de Bolivia, Gonzalo Sánchez de Lozada, a participar en un Congreso Mariano que se efectuará en octubre en la ciudad boliviana de Cochabamba.
Cárdenas, un dirigente indígena, el único de América Latina en un alto cargo de gobierno, dijo haber al Papa "muy fortalecido", con "una memoria sorprendente", y que le contó anécdotas y recuerdos de la visita que realizó a Bolivia en mayo de 1988.
El Papa agradeció la invitación y dijo que lo iba a pensar, informó Cárdenas. Agregó que la audiencia se prolongó media hora y que regaló a Juan Pablo II una Biblia escrita en lengua aymara.
Esa segunda visita de Juan Pablo II representaría "un espaldarazo" a proyectos "que estamos llevando a cabo" y favorecerán a los indígenas de Bolivia y del resto del continente americano, declaró Cárdenas.
Al respecto, informó haber solicitado al Papa apoyo a esas iniciativas, como la Declaración de las Naciones Unidas sobre los derechos de los pueblos indígenas, que se encuentra en discusión en Ginebra desde hace más de 10 años.
El vicepresidente boliviano fue recibido después por el secretario de Estado del Vaticano, cardenal Angelo Sodano, con quien abordó el caso de los rehenes en la residencia del embajador de Japón en Perú, entre otros asuntos.
Cárdenas y Sodano consideraron que la crisis de los rehenes capturados por el insurgente Movimiento Revolucionario Tupac Amaru, de Perú, que lleva ya más de 100 días, puede tener una rápida y pacífica solución.
Agregó que se trata de una negociación difícil, "pero tenemos esperanza en que (la crisis de los rehenes) se pueda resolver positivamente".
También consideró "muy interesante" y "muy importante" la revalorización observada actualmente de la figura del guerrillero argentino-cubano Ernesto "Che" Guevara, muerto hace 30 años en Bolivia.
Guevara "fue una persona que creyó firmemente en lo que pensaba, y un líder latinoamericano. Podemos no compartir varios de sus planteamientos, pero no podemos negar su valentía y la pasión con que se empeñó en lo que creía", afirmó Cárenas.
Así mismo, declaró que ve "con mucho optimismo" el futuro democrático de América Latina.
En el caso de Bolivia, especificó, "ya no son posibles" los golpes militares, y no por razones ideológicas, sino "porque hemos reducido" la posibilidad de hechos de corrupción.
Más de dos tercios de la economía boliviana estaba en manos del Estado, y el control del gobierno sobre la economía era la fuente principal de corrupción, explicó.
Ahora, las empresas públicas se han privatizado, o son de capital mixto, y por lo tanto, como dijo el ex presidente de facto Hugo Banzer, "ya no hay mecanismos para robar".
En segundo lugar, las Fuerzas Armadas bolivianas están empeñadas en dar contenido a un precepto constitucional, son parte del proceso de reforma educativa. Quienes se incorporan al servicio militar ya no aprenden únicamente el uso de las armas, sino que también reciben instrucción en materia de derechos humanos.
Cárdenas consideró "muy difícil" la normalización de relaciones de Bolivia con Chile, ya que exige la satisfacción de la demanda boliviana de salida al mar.
"No hemos encontrado comprensión de parte del gobierno chileno, a pesar que existen muy buenas relaciones comerciales y que se han incrementado los contactos a nivel de gobierno", expresó.
"Difícilmente las relaciones serán plenas mientras no se solucione este problema de la salida al mar", sostuvo.
Agregó que no hay negociaciones sobre ese tema, aunque "tarde o temprano", las dos partes conversarán "sobre este asunto", que representa una "mancha histórica" en las relaciones entre Bolivia y Chile y "afecta al proceso de integración continental". (FIN/IPS/jp/ff/ip/97