Bangladesh continúa atribuyendo a una represa construida en el río de Ganges, en India, la escasez de agua, la desertización y la disminución de la pesca que sufre su territorio, a pesar del acuerdo alcanzado por ambos países hace cuatro meses.
Los pescadores de Rajshahi, en la zona occidental de Bangladesh, observan con creciente preocupación cómo disminuye la pesca en el río Padma, conocido como Ganges en India, con el correr de los años.
Hubo una época que las redes salían repletas de peces, suficientes para alimentar durante días a las familias de los pescadores.
Pero la situación ya no es la misma y los pescadores de Bangladesh culpan de la situación a la controvertida represa de Farraka, construida río arriba, en territorio indio.
El menor caudal del Padma durante la temporada seca y la disminución del nivel de las reservas de agua subterráneas por el exceso de riego y consumo iniciaron, además, un proceso de desertización, dijo Mohammed Shumsher Ali, ingeniero y funcionario de salud pública del distrito de Nachole.
India construyó la imponente represa en 1971, cerca de la frontera con Bangladesh, principalmente para desviar agua del río Ganges (nombre del Padma en el subcontinente) hacia el Bhagirathi, que se convierte en el río Hooghly en Calcuta.
El objetivo era barrer el sedimento del Hooghly para mantener la viabilidad económica del puerto de Calcuta, vínculo vital entre los estados del nordeste de India entre sí y entre éstos y Nepal.
La represa fue la principal fuente de fricción entre Nueva Delhi y Dacca desde que comenzó a funcionar en 1975.
Bangladesh sostiene que India le privó de su legítimo derecho a recibir una parte equitativa del agua del Ganges al desviar el río mediante la represa de Farakka, en especial durante la época seca (entre enero y mayo), cuando el caudal es mínimo.
No hay problemas en este sentido durante la temporada de lluvias, ya que las precipitaciones desbordan al Ganges y causan devastadoras inundaciones en los dos países.
Bangladesh también se queja de otras consecuencias adversas causadas por la represa de Farakka.
En la zona sudoccidental del país, las aguas salinas del Golfo de Bengala están filtrándose en la tierra. Como resultado, las industrias pesadas del pueblo de Khulna están adquiriendo agua en balsas con fines industriales.
Los mayores manglares del mundo, los Sunderbans, también corren peligro. Aunque los estudios no lo confirmen, las autoridades forestales de Bangladesh sospechan que la creciente salinidad podría ser la causa del inexplicable marchitamiento de los árboles sundari en el golfo de Bengala.
En la zona de Rajshahi, la necesidad de extraer agua de pozos cada vez más profundos debido a los menores niveles de las reservas produjo un incremento de envenenamiento por arsénico, confirmaron autoridades médicas locales.
El problema podría tener consecuencias políticas explosivas porque concierne a dos países. Los políticos de Bangladesh suelen echar la culpa de todos los males del país a la represa de Farakka y a India.
"Los problemas de Farakka no pueden negarse. Pero resulta difícil distinguir entre la realidad y la ficción, porque el asunto se politizó en exceso", dijo Ajay Mani Dixit, editor del periódico nepalés Water Nepal.
Bangladesh no cuenta con la evidencia científica que respalde sus denuncias sobre la represa, señaló Dixit.
"No es fácil evaluar los problemas sin esos estudios. En mi opinión, las autoridades de Bangladesh culpan a Farakka de sus inadecuadas políticas de administración hídrica", sostuvo Dixit.
Tras décadas de asperezas, surgió la esperanza de mejores relaciones entre India y Bangladesh luego que ambas partes firmaron en Nueva Delhi en diciembre un tratado para compartir las aguas del Ganges, que concluyó con un problema que llevaba 15 años.
El pacto especificó la cantidad de agua que le corresponderá a Bangladesh durante la temporada seca. Parecía que el acuerdo resolvería los problemas de falta de agua de Bangladesh.
Sin embargo, en la primera temporada seca después que se firmó el convenio, el agua del Ganges en la represa de Farakka disminuyó por debajo del nivel requerido por el acuerdo para que los dos países comenzaran negociaciones urgentes al respecto.
En marzo, la prensa de Bangladesh publicó nuevos informes sobre desacuerdos por el uso del agua del Ganges entre los dos países.
"Los problemas seguirán apareciendo porque el agua del Ganges disminuye año a año debido al consumo excesivo. La única solución es que se implementen mejores políticas de administración hídrica en toda la cuenca del Ganges", afirmó Dixit. (FIN/IPS/tra- en/sp/an/aq-mj/en ip/97