ASIA: Aumentan VIH y sida debido al tráfico de heroína

El creciente tráfico de heroína en el Triángulo de Oro del sudeste asiático, la mayor fuente mundial de la droga, trajo consigo una ola de nuevos casos de sida e infecciones por VIH en Birmania y el nordeste de India.

El Triángulo de Oro comprende 38 millones de hectáreas de montañas cubiertas por selvas tropicales en Laos, Tailandia y Birmania.

Tres estados del nordeste de India tienen frontera con Birmania: Mizoram, Manipur y Nagaland. Rodeados por el Himalaya y en ocasiones afectados por la insurrección, se encuentran entre los más pobres del país.

A ambos lados de la frontera, la adicción al opio y la heroína está devastando a las poblaciones tribales, afectadas por el número creciente de casos de VIH (virus de la inmunodeficiencia humana) y sida. El subdesarrollo en Birmania fomenta la economía basada en el opio, que a veces se utiliza como objeto de trueque.

En los siete estados del nordeste de India, la juventud se ve amenazada por el VIH, el consumo de drogas y alcohol, la malaria y la tuberculosis.

"Millones emigran de Birmania e ingresan a China, India y Tailandia, siendo portadores de VIH", sostuvo el informe para 1997 de la Junta Internacional de Fiscalización de Estupefacientes (JIFE), de la Organización de las Naciones Unidas.

El uso de una misma aguja hipodérmica por varias personas, la prostitución, la falta de campañas públicas de concienciación y la mediocre infraestructura de salud pública contribuyeron a multiplicar el número de casos de infección por VIH en Birmania, informó en diciembre la revista The Nation, de Nueva York.

Entre 60 a 70 por ciento de los consumidores de drogas intravenosas en Birmania son portadores de VIH, denunció la JIFE.

La Oficina del Censo de Estados Unidos reveló que, de 20 lugares inspeccionados en Birmania en 1995, se encontraron tasas de infección de 18 por ciento entre prostitutas, 10 por ciento entre pacientes con enfermedades de transmisión sexual y 55 por ciento entre consumidores de drogas intravenosas.

La Organización Mundial de la Salud estima que existen 500.000 heroinómanos en Birmania, es decir uno por ciento de su población. Pero la Red de Información del Sudeste de Asia, una organización no gubernamental (ONG) de Tailandia, sostuvo que la cifra real podría ser cuatro veces mayor.

En Manipur, la tasa de infección de por el virus del sida entre consumidores de drogas intravenosas saltó de cero en 1988 a casi 70 por ciento en 1992, según la Oficina del Censo de Estados Unidos.

"Sabemos que existe mucho tráfico (de heroína)", dijo un oficial de policía del pueblo fronterizo de Moreh.

"Cerca de mil personas van y vienen todos los días. En las inspecciones, rara vez encontramos algo. El año pasado, se detuvo a un oficial de policía por tráfico de marihuana", añadió.

El tráfico de heroína actual se realiza a través de las rutas del opio de la época colonial británica, con la ayuda de la permisividad de las fronteras.

Grupos de jóvenes refugiados de Birmania ingresan con opio a Mon, en el distrito fronterizo de Nagaland. "Es la única medicina que tenemos", sostienen.

Otra refugiada adolescente dijo que caminó durante 18 días por el norte occidental de Birmania para llegar a Mon, pasando por pueblos infectados de tuberculosis, sin atención sanitaria y donde todos cultivan opio.

Un informe de una ONG extraído clandestinamente de Birmania confirma el cultivo de opio y la adicción a la droga en casi todas las ciudades de la provincia de Chin, en la frontera con India.

Mientras, se estima que casi 50 por ciento de los jóvenes son adictos en Hpa Kant, en el estado de Kachin.

Varias agencias de la ONU realizan planes de concienciación y prevención del sida en Birmania desde hace años, pero su labor es especialmente difícil en las provincias del norte, donde las autoridades militares desconfían de cualquier actividad comunitaria.

En 1994, un experto de salud pública de Estados Unidos denunció que el régimen birmano no permitía que los programas regionales advirtieran sobre el sida a la población de los estados de Kachin y Shan.

Asimismo, el gobierno prohibía las organizaciones comunitarias y la información en idioma birmano, según el experto. Diversos informes de la inteligencia y el ejército de India, ONG y refugiados revelan que la situación permanece incambiada.

"No existen caminos, ni escuelas, ni fármacos, ni médicos, ni comunicaciones en las aldeas del otro lado", afirmó el reverendo Yamyap Konyak, de la Iglesia Bautista de Mon.

Las autoridades de India admiten que ingresa un volumen importante de heroína al país, pero señalan que no existen cifras confiables al respecto.

La reciente creación de un puesto de intercambio con Birmania facilita el tráfico y la frontera es tan permisiva que cualquiera puede caminar con una carga de droga encima de su cabeza.

Las autoridades de India y Birmania se reunieron varias veces para elaborar una ofensiva conjunta contra el tráfico de drogas, pero poco ha cambiado, ya que la Oficina de Narcóticos de India dispone de un pequeño presupuesto para 300 empleados en todo el país.

Para Nagaland y Manipur, la combinación de VIH y abuso de drogas tiene consecuencias devastadoras, especialmente para los jóvenes.

En 1996, 28 jóvenes murieron por abusar de las drogas sólo en el pueblo de Mon. Las autoridades locales no saben cuántos están infectados con VIH, porque no existen los medios necesarios para realizar análisis de sangre. (FIN/PANOS/tra-en/rc-rg/dds/aq-ml/ip/97) —— (*) IPS pone a disposición de sus suscriptores este material por un acuerdo de distribución con la institución internacional de comunicación Panos Features, de Londres

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