Hasta hace 15 años, las mujeres argentinas tenían un espacio marginal en política. Ahora, no sólo ganaron lugar en el Congreso sino que ya se advierte una tendencia de los dirigentes a apelar a figuras femeninas cuando "las papas queman".
Para pasar de 5,8 a 28,7 por ciento en las bancas del Congreso entre 1983 y 1997, las mujeres necesitaron de una ley de cupo que obligue a los partidos políticos a presentarlas en los primeros sitios de las listas de candidatos.
En los últimos meses, los políticos comenzaron a ofrecerles los primeros lugares, pero no porque así lo exige la ley sino por necesidad. El fenómeno de creciente desprestigio de los políticos no arrastra, por ahora, con igual impulso a ellas, que parecen gozar de mayor credibilidad entre los electores.
El primer caso fue en febrero, cuando el centroizquierdista Frente País Solidario (frepaso) pidió a la senadora Graciela Fernández Meijide -con gran popularidad en la capital de Argentina- que pase al distrito de la provincia de Buenos Aires y encabece allí la lista de diputados para los comicios de octubre.
La provincia de Buenos Aires es el primer distrito electoral del país, representando un tercio del electorado total.
Fernández es madre de un desaparecido, trabajó en organismos humanitarios y de allí saltó a la arena política. Hoy es una de las dirigentes con mejor imagen. Mas de 50 por ciento de los argentinos consultados por la firma encuestadora Ricardo Rouvier dijo, incluso, que la votaría a presidente.
Presuroso por encontrar una figura que proyecte al frente más allá de la capital, donde obtuvo varios triunfos, el diputado Carlos Alvarez, dirigente del Frepaso, prometió que si la senadora gana en la provincia bonaerense será la candidata indiscutida para la presidencia en 1999.
Fernández aceptó el reto. En una encuesta encargada por el oficialismo se manifestó que su candidatura ya está primera en las preferencias del electorado, aunque si se pregunta por el partido a votar, los encuestados prefieren al oficialismo.
Con la candidatura de Fernández, el oficialismo en la provincia comenzó a mirar con desconfianza a sus candidatos varones, y a sondear alguna oferta superadora.
Hasta el momento, un diptado y un senador del Partido Justicialista compiten en la elección interna para presentarse como candidatos, pero ninguno arrastra multitudes. Uno es el diputado Alberto Pierri y el otro el senador Antonio Cafiero.
Ante este panorama, el gobernador de la provincia de Buenos Aires, Eduardo Duhalde, sorprendió a su esposa Chiche con una propuesta: que se presente por el oficialismo para competir con Fernández.
Chiche Duhalde maneja un presupuesto millonario para ayuda social en la provincia, y organizó un sistema de asistencia alimentaria con delegadas mujeres en todos los barrios, copiado de Cuba. Su popularidad es importante sobre todo en el conurbano.
Sin embargo, la esposa del gobernador dijo "no" una y otra vez, y hasta dejó de hablarse con su marido que la presionaba, segn comentan los analistas políticos cercanos a Duhalde.
Finalmente, por presión poltítico-familiar, Chiche admitió que en caso de fuerza mayor aceptaría la candidatura. Y aún sin que se confirme esa alternativa, ya las encuestas la colocan apenas dos puntos por debajo de Fernández.
Como no hay dos sin tres, la opositora Unión Cívica Radical (UCR), que está tercera en las preferencias del electorado provincial, pensó también en recurrir al que por siglos se denominaba como "el sexo débil": la tentada fue la cantante Mercedes Sosa.
Según reveló este jueves el matutino "Clarín", los operadores del partido creen que Sosa podría ser candidata o en su defecto dar un apoyo explícito a los que integren la lista, participando en los actos de campaña del que encabece la nómina de candidatos, tal vez el ex presidente Raúl Alfonsín (1983-89).
La cantante debió irse del país durante la dictadura militar (1976-1983) por estar identificada con el Partido Comunista, pero en los últimos años destacó los esfuerzos de Alfonsín por finalizar el primer mandato constitucional tras siete años de régimen militar y lo respaldó en actos públicos.
Si Sosa acepta, los tres partidos principales, el gobernante Partido Justicialista, el Frepaso y la UCR llevarán una mujer encabezando su lista en el distrito electoral más importante del país.
Los comicios de octubre para renovar la cámara baja son claves porque pondrán de manifiesto cuál es el estado de ánimo reinante en la mitad del segundo gobierno del presidente Carlos Menem.
A su vez, si gana el candidato/a de Duhalde en su provincia, el gobernador tendrá allanado el camino como postulante presidencial del oficialismo para 1999, y lo mismo sucederá si triunfa Fernández por el Frente.
Tentado por esta moda, el propio Menem, que intuye que en octubre el oficialismo sufrirá su peor derrota en la capital argentina, admitió esta semana que también tenía en mente a una mujer.
Menem almorzó el lunes por televisin con Mirtha Legrand, conductora de un popular programa de almuerzos con personalidades, que inauguró este año su temporada con el presidente como único convidado a la mesa.
Legrand calificó de "floja" la designación presidencial del campeón de motonáutica Daniel Scioli como candidato a diputado por la capital, y le preguntó a Menem porqué el oficialismo no buscaba una mujer. El presidente respondió: "Y, si usted me dijera que sí…". (FIN/IPS/mv/dg/ip/97)