Las mujeres están en los primeros puestos en los sondeos sobre intención de votos en algunos países de América del Sur en los que habrá en breve elecciones presidenciales.
La favorita para ganar los comicios presidenciales de enero en Guyana, el único país de habla inglesa en América del Sur, es Janet Jagan, una enfermera estadounidense que adoptó la ciudadanía guyanesa, viuda del ex presidente Cheddi Jagan, quien falleció el 5 de marzo en ejercicio de su mandato.
Al igual que Jagan, la boliviana Remedios Loza, de origen indígena aymará, también vio fortalecida su posición electoral para los comicios del 11 de junio próximo por la muerte de un líder carismático, Carlos Palenque, líder del movimiento Conciencia de la Patria (CONEPA), segunda fuerza de Bolivia.
Noemí Sanín, ex canciller y ex embajadora en Londres, es la gran incógnita en las elecciones presidenciales de Colombia, previstas para el próximo año.
Sanín, que cuenta a favor con su belleza, utiliza como gran arma electoral las contundentes críticas al presidente Ernesto Samper, acusado de recibir dinero de los carteles del narcotráfico.
El caso más curioso es el de Argentina, donde las tres principales fuerzas políticas preparan candidaturas femeninas en la provincia de Buenos Aires.
La senadora Graciela Fernandez Meijide es candidata a diputado del centroizquierdista Frente País Solidario (Frepaso). Su contrincante pueden ser Chiche Duhalde, la esposa del gobernador de Buenos Aires, Eduardo Duhalde, del oficialista Partido Justicialista, aunque aún no ha aceptado.
Además, la cantante Mercedes Sosa es una de las opciones de la Unión Cívica Radical en su lista de diputados, según reconoció el ex presidente Raúl Alfonsín (1983-89).
Janet Jagan y Remedios Loza han sido beneficiadas por herencias políticas, pero sus trayectorias son respetables.
La primera fue durante muchos años considerada la principal inspiradora de las políticas socializantes del su marido, un marxista que impulso algunas reformas neoliberales, poco antes de morir de un ataque cardíaco.
Remedios Loza, ya fue diputada nacional durante ocho años y es considerada el ejemplo más importante del impresionante crecimiento político de los indígenas bolivianos que forman más de la mitad de la población del país.
Las mujeres y los grupos étnicos son el gran fenómeno electoral de Bolivia, una nación tradicionalmente controlada por la oligarquía de origen hispánica.
Si en Guyana la candidatura femenina marca la quiebra de viejos tabúes étnicos -Jagan es blanca en un país donde 97 por ciento de la población es negra o de origen indio- y en Bolivia la ascensión de nuevos actores sociales antes marginados, en Colombia y Argentina son la tabla de salvación de partidos tradicionales afectados por la pérdida de popularidad y el desgaste de viejos líderes.
El hecho de que haya mujeres en posición de asumir el gobierno en América Latina no parece ser sólo un indicio de cambio en el tradicional machismo regional. Es también una señal del ascenso de sectores antes marginados, lo que puede alterar radicalmente la cara política del continente en este final de siglo. (FIN/IPS/cc/ag/ip/97
