La lucha entre los dimas y los mashavans continúa en Mycosa, pese al esfuerzo del contingente africano de paz por separar a los bandos en conflicto.
Más de 1.000 soldados de la Comunidad de Desarrollo de Africa Austral (SADC) equipados con artillería aérea, camiones blindados y helicópteros se encuentran en la zona para mantener la paz, junto con un equipo humanitario de la Organización de Naciones Unidas (ONU).
Los periodistas llegados a Nyanga -en la frontera de Zimbabwe con Mozambique- vieron los cuerpos de las víctimas, tanto civiles como militares, y apenas pudieron escapar con vida de un tiroteo durante el funeral de una mujer asesinada supuestamente por mashavans.
Pero las escenas descritas no son reales. Forman parte del ejercicio "Hungwe Azul", comenzado el día 10 en la zona oriental de Zimbabwe y a prolongarse hasta el 20.
Se trata del entrenamiento de los efectivos de la SADC para las operaciones de paz y tiene participación de 1.570 soldados de Sudáfrica, Tanzania, Botswana, Mozambique, Swazilandia, Namibia, Lesotho, Malawi y Zimbabwe.
"Intentamos operar juntos como países de la región y desarrollar una amistad para actuar como hermanos en una operación real", explicó a IPS el coronel Paul Chima, del ejército de Zimbabwe.
Las misiones de mantenimiento de la paz se multiplicaron en Africa, debido a la persistencia de conflictos como el de Zaire.
La planificación y coordinación de la operación Hungwe Azul estuvo a cargo del Equipo Asesor Británico de Entrenamiento Militar y las fuerzas de defensa de Zimbabwe.
Se trata del primer ejercicio en su tipo en Africa. También es la primera vez que soldados de Sudáfrica reciben entrenamiento en un país vecino, ya que, hasta el fin del apartheid, las fuerzas sudafricanas eran consideradas agresoras en Africa austral.
La idea detrás de Hungwe Azul es que los países de Africa austral ya no pueden mantenerse al margen de los conflictos del continente. Las potencias extranjeras se resisten a intervenir, aleccionadas por la mala experiencia de Estados Unidos en Somalia.
El ejercicio fue programado en la cumbre de 1996 en Gaborone, Botswana, donde los líderes de la SADC aprobaron la creación de un órganismo para facilitar la solución pacífica de disputas mediante la negociación, la mediación y el arbitraje.
"Creemos que si un problema surge en una determinada región, sea Europa, Asia, América o Africa, la población de la zona lo comprenderá más que los extranjeros", observó el jefe del ejército de Zimbabwe, Constantine Chiwenga.
"Las fuerzas de Zimbabwe tuvieron más éxito que las demás en Somalia porque la población apreciaba nuestra presencia y nos comprendía", agregó el teniente coronel Lazarus Ncube.
Hungwe Azul transcurre en el imaginario país de Mycosa, en Africa austral, donde las fuerzas de la SADC ayudan al Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados a proporcionar ayuda humanitaria, proteger a los campamentos de refugiados y mantener el cese del fuego.
Chiwenga cree necesario contar con mecanismos de respuesta rápida ante situaciones de emergencia, pero se opone a la creación de una fuerza permanente.
"Debemos preparar a nuestras fuerzas para que puedan ser movilizadas con facilidad, para cualquier misión", dijo.
"Pero tener una fuerza permanente esperando sólo para ese tipo de operaciones sería muy costoso. ¿Qué ocurriría si la ocasión no se presentara? Lo que tenemos que hacer es entrenar y preoparar soldados, y cuando haya necesidad, movilizarlos rápidamente", agregó.
La sociedad civil también participa en el ejercicio Hungwe Azul, como parte de la tendencia actual en las misiones de paz internacionales denominada "Nueva Asociación de Pacificación", que busca la colaboración de las organizaciones no gubernamentales (ONG) como intermediarias ante la población local.
Las ONG están en contacto con el pueblo, hablan su propio idioma, comprenden la cultura local y tienen un enfoque participativo que podría ser indispensable para lograr una paz sustentable.
El ejercicio cuenta con la participación del Comité Internacional de la Cruz Roja, el ACNUR, el Fondo de la ONU para la Infancia, el Programa Mundial de Alimentación, y MS-Zimbabwe. (FIN/IPS/tra-en/lm/kb/aq-ff/ip/97