Los refugiados zaireños que residen en la capital y el sur de Sudán afirman estar prontos para regresar a sus hogares en la zona bajo control rebelde en el este de su país, y solicitaron permiso para ello a representantes de la ONU.
Hassan Mango, quien reside en Jartum, informó que 200 refugiados solicitaron formalmente al Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) la repatriación al este de su país, controlado por la Alianza de Fuerzas Democráticas para la Liberación de Congo-Zaire (ADFL).
"No nos hace felices ver a nuestros hijos en tierra extranjera. Ahora hay cambios en Zaire y nuestros niños deben ir allí a aprender su historia. Queremos que conozcan su país", afirmó Mango.
"Estamos aquí porque no había estabilidad en Zaire, pero ahora sí la hay" en la zona controlada por los rebeldes, estimó.
Mango, quien da clases a los niños que viven en los campos y dijo hablar en nombre de los solicitantes, aseguró que no tiene relación con la ADFL ni con su líder, Laurent Kabila, pero sostuvo que existen ahora señales de paz en el este de su país, de donde proceden muchos refugiados.
La ADFL, que capturó Kisangani, la tercera ciudad del país, avanza hacia el oeste y el sur de Zaire, según distintos informes. Kabila hizo oídos sordos a las gestiones en ámbitos internacionales y específicamente africanos en procura de un cese del fuego.
En cambio, el gobierno central de Zaire, cuyo poder sobre todo el territorio nacional ha menguado mientras el agonizante dictador Mobutu Sese Seko se encuentra en Francia en tratamiento médico, anunció su disposición a acordar y respetar un cese de las hostilidades.
El representante especial de la Organización para la Unidad Africana y la ONU (Organización de Naciones Unidas), Mohamed Sahnoun, y el coordinador humanitario de Naciones Unidas, Pierce Gerety, se reunieron con Kabila este sábado en Goma, la primera ciudad capturada por los insurgentes.
De todos modos, no hubo declaraciones después de la reunión, lo cual dejó en evidencia lo infructuoso de la instancia.
Líderes de la región se reunirán en Nairobi este miércoles para considerar la situación.
Mango es uno de los muchos refugiados que abandonó Zaire años antes del estallido del conflicto en el este del país en septiembre del año pasado. Su padre, explicó, huyó de Zaire debido a la represión del régimen de Mobutu.
"Yo tenía tres años cuando Motubu llegó al poder. Ahora, mi primer hijo tiene cuatro años. Ya es tiempo que termine la dictadura", sostuvo.
Los zaireños que viven en el sur de Sudán ya comenzaron a regresar a sus hogares, afirmó Mango.
Las autoridades de Sudán estiman que alrededor de 120.000 zaireños viven en el país, la mayoría en el sur, especialmente en los estados de Equatoria Occidental y Bahr el Ghazal.
Un funcionario de ACNUR informó en Jartum que la agencia aún no recibió la solicitud de los 200 refugiados zaireños.
"No he visto el pedido de los que desean regresar. Si lo presentan, lo estudiaremos y lo presentaremos a la oficina central en Ginebra, donde tendrán la última palabra", explicó.
Un zaireño que estudia en la Universidad Islámica Africana con sede en Jartum que reclamó reserva sobre su identidad dijo que sus padres regresaron al este de Zaire el mes pasado.
"No habrá paz en Zaire a menos que echen a Mobutu del poder", dijo, y agregó que la guerra no es, de todos modos, la solución para los problemas del país.
La comunidad zaireña en Sudán recomendó a Francia, a través de un memorando escrito remitido a la embajada del país europeo en Jartum, que presione a Mobutu para que renuncie antes de que la violencia se agrave en la región.
El agonizante Mobutu está actualmente en Francia, donde se lo somete a tratamientos para curarle un cáncer de próstata.
Un memorando similar se enviará a Sahnoun, dijo Mango. (FIN/IPS/tra-en/nb/pm/mj/ip pr/97
