ZAIRE: En Goma creen que la toma del poblado es "liberación"

Patient Kamulete debió hacer gala de paciencia y capacidad de adaptación para sobrevivir en Goma, su ciudad natal, antes de que los rebeldes banyamulengue de Zaire tomaran la localidad a fines del año pasado.

Kamulete y otros residentes creen que la captura de Goma fue, más que una conquista, una "liberación".

"Nadie podría endender el infierno que hemos vivido aquí antes de la liberación. No valía la pena vivir", dijo a IPS este ingeniero de 29 años graduado hace cuatro años en un instituto en Kinshasa, la capital.

Hoy, Kamulete trabaja de electricista en el hotel Ishango y declara que los pobladores de Goma sufrieron el hostigamiento permanente del ejército y los servicios de inteligencia del régimen del presidente Mobutu Sese Seko.

Goma fue uno de los primeros poblados conquistados por la Alianza de Fuerzas Democráticas para la Liberación de Congo-Zaire (AFDL) cuando los rebeldes comenzaron su lucha en septiembre.

Los banyamulengue, zaireños de ascendencia tutsi originarios de Ruanda, residen hace dos centurias en las zonas orientales de Zaire y constituyen ahora la columna vertebral de la ADFL, que combate al régimen de Kinshasa.

La organización se levantó en armas cuando el gobierno anunció la expulsión del país de los banyamulenge, tras privarlos de derechos civiles. Hoy tiene bajo su control cerca de la quinta parte de la superficie de Zaire y, según informes coincidentes, se acercan a Kisangani, la tercera ciudad del país.

Aún falta crear las instituciones necesarias para administrar la larga franja de territorio que capturó la AFDL en la frontera con Burundi, Ruanda y Uganda.

Pero no se puede dar en unos pocos meses orden a un país donde todo ha caído, durante 32 años, bajo el control de Mobutu, dijo Karaha Bizima, encargado de relaciones exteriores del grupo insurgente.

"Tratamos de ser tan democráticos como sea posible", dijo Bizima a los periodistas convocados a Goma el día 7. El dirigente rebelde se refería a la elección de líderes administrativos locales en las zonas controladas por la AFDL.

Pero los residentes en Goma afirman que los cambios comenzaron aun antes, apenas la ciudad fue tomada por la organización. "Lo más sorprendente sucedió en materia de seguridad", dijo Nancy Katonga, de 26 años, otra empleada del hotel Ishango.

Antes de la captura de Goma, los pobladores vivían en la incertidumbre. Los mal pagados e indisciplinados soldados recorrían el lugar para exigir "impuestos" indebidos a la población ya empobrecida, y nunca podía preverse las reacciones ante eventuales negativas, afirmó Katonga.

La criminalidad también era alta en una ciudad otrora conocido por sus hermosos restaurantes y hoteles. Tanto Katongo como Kamulete afirmaron que el hotel Ishango acostumbraba a contratar a dos o tres soldados para impedir robos nocturnos.

"La corrupción se apoderó del pueblo. El hotel debía endulzar la mano de los comandantes y pagar a los guardias unos 50 dólares por mes", sostuvo Kamulete.

"Si los soldados se enteraron de que alguien ganaba, digamos, 500 dólares, irrumpían en la casa y lo obligaban a entregarles el dinero. Si te resistías, te asesinaban", agregó.

Los residentes en Goma afirman que no sienten temor desde que la ADFL tomó el pueblo.

Kahire, un hombre que no quiso informar su nombre completo, recordó que el pueblo sufrió el acoso de los soldados zaireños durante decenios. "Goma siempre fue un lugar apocalíptico", dijo.

Absolutamente todos los pobladores de la barriada de Virunga debieron abandonar sus hogares en 1971, después de que un soldado que se negó a pagar los tragos que había tomado en un bar fue abatido por el cantinero.

"Todos los soldados salieron del cuartel para vengar a su camarada. Nuestro ejército se convirtió en una fuerza especializada en saqueos, matanzas y violaciones sexuales", dijo Kahire.

Una mujer que vende verduras frente a una casa ruinosa en la calle Katindo dijo a IPS que el precio de sus mercaderías se duplicaba en comparación con Rutshuru, 50 kilómetros al norte, debido a los sobornos que los transportistas debían pagar en los innumerables puestos de control de esa corta carretera.

"Pesa raporo" es un juego de palabras que todos conocen en Goma. Significa "elevaré un informe", y era la críptica frase utilizada por los soldados para exigir el pago de extorsiones, explicó Kamulete.

Pasará tiempo antes de que Goma se recupere. "Todo decayó a causa de la guerra. Nuestros salarios se redujeron porque el estado de guerra ahuyentó a los clientes", dijo Katongo.

Pero hay algunas mejoras. Ahora se obtienen más variedades de verduras, harina de mandioca y tomates en el mercado local. (FIN/IPS/tra-en/jbk/kb/mj/ip/97

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