VENEZUELA: Asia se consolida como gran destino de orimulsión

Venezuela tendrá mercado en unos años para 30 millones de toneladas anuales de orimulsión, gracias a un creciente interés de China y otros países asiáticos por el combustible líquido competitivo con el carbón, se informó hoy.

Una gira del canciller Miguel Angel Burelli por Japón, Corea, China, India e Indonesia consolidó planes de la empresa estatal Bitúmenes del Orinoco (Bitor) para que Asia se convierta en el gran destino del combustible basado en el petróleo no convencional del que Venezuela tiene ingentes depósitos.

Burelli indicó un día después de culminar su gira que la orimulsión se ha convertido en centro de interés en Asia porque tiene garantía de suministro a largo plazo, facilidad de transporte y alta calidad térmica y ambiental.

China recibiría en 1997 un millón de toneladas del combustible, después que desde la semana próxima se estudie con una comisión proveniente de Beijing el cambio del acuerdo de 1996, mediante el cual la nación más poblada del mundo adquirió 300.000 toneladas.

Carlos Borregales, presidente de Bitor y acompañante de Burelli en su gira, informó que la perspectiva a mediano plazo es que China consuma unos 19 millones de toneladas de orimulsión.

El costo de una tonelada del producto colocado en China está en la actualidad en torno a los 50 dólares, dentro de una estructura de precios que se basa en los valores oscilantes del carbón, precisó Borregales.

La orimulsión es una emulsión de bitumen con agua de tecnología venezolana, que alimenta las plantas termoeléctricas y que ingresó experimentalmente al mercado a comienzos de esta década.

Hasta ahora la producción está limitada a cinco millones de toneladas, del primer módulo instalado en las riberas del río Orinoco, el el sureste del país, donde están los depósitos del crudo extra pesado que es la base de la orimulsión.

Un segundo módulo está en construcción.

Cada nuevo módulo tiene un costo de 300 millones de dólares y sólo se construye, con financiamiento propio o aportes de capital del país consumidor y del mercado internacional de capitales, cuando está asegurada la colocación de su producción.

Japón ya consume un millón de toneladas anuales de orimulsión y proyecta duplicar en breve esa cantidad, cuando termine la construcción de otra central eléctrica de unos 4.000 megavatios.

India, explicó Burelli, se interesó en la orimulsión para la producción de fertilizantes, mientras que Indonesia, un país petrolero que en pocos años será importador neto de energía, analiza el combustible venezolano como una alternativa segura para la generación de electricidad. (FIN/IPS/eg/dg/if/97

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