TRABAJO: Mujeres y niños suben al bote de los explotados

Cuando se escriban los anales de este fin de siglo y de milenio figurará que la cuestión social en la época giraba en torno a los grandes grupos de marginalizados: los trabajadores expoliados, las mujeres y los niños.

Por lo menos los planes de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) para el bienio 1998-1999 ubican a los tres sectores más vulnerables en el centro del programa de actividades de la entidad tripartita de trabajadores, empleadores y estados.

La OIT se dispone a promover de manera activa los derechos laborales fundamentales y en forma paralela, a fortalecer los mecanismos de vigilancia de la observación de esos derechos.

La política de la OIT para el período incluye la lucha contra el trabajo infantil y el seguimiento de la aplicación de las recomendaciones de la Conferencia sobre la Mujer de Beijing, en 1996, y de la Cumbre Social de Copenhague, en 1995.

En el terreno de las normas laborales, la organización viene de obtener en Singapur una ratificación de la reunión ministerial de la Organización Mundial del Comercio (OMC), que en diciembre pasado reconoció la competencia exclusiva de la OIT.

Michel Hansenne, director general de la OIT, dijo que "el respeto creciente por las normas laborales básicas y el aumento de la justicia social representan el mayor desafío planteado a la institución por las exigencias del siglo XXI".

El funcionario habló esta semana ante el Consejo de Gobierno de la OIT, que aprobó el programa de 1998-1999 y el presupuesto para el mismo período, que serán presentados ante la Conferencia Internacional del Trabajo que sesionará en junio próximo.

Descartada la injerencia de la entidad del comercio mundial en los asuntos laborales, la OIT prepara un documento sobre la promoción y el cumplimiento de las normas laborales internacionales en una economía globalizada.

El Comité de Asuntos Legales de la OIT pidió que el documento "ofrezca opciones" y al mismo tiempo contenga propuestas concretas y un calendario de ejecución.

Los sindicatos representados en la OIT dijeron que las normas centrales de la organización son fundamentales para garantizar que la presión de la competencia en el mercado mundial no conduzca a una peligrosa espiral descendente de las condiciones de trabajo y de vida.

El fin de siglo encontrará también a la OIT empeñada en la lucha contra el trabajo infantil, que abarca en todo el mundo a 250 millones de niños de cinco a 14 años.

La cuestión del trabajo de menores fue analizada en febrero pasado, en Amsterdam, por una conferencia auspiciada por la OIT, el gobierno de Holanda y otras agencias de las Naciones Unidas.

En los planes de la OIT figura la aprobación, por sus 174 estados miembros, de un nuevo convenio internacional que prohiba las formas más abusivas de trabajo infantil.

En el próximo bienio, la OIT lanzará el nuevo Programa Internacional por Más y Mejores Ocupaciones para Mujeres, destinado a promover el empleo de tiempo completo, remunerado y productivo en condiciones de igualdad.

En el plano nacional, los objetivos inmediatos del Programa para la Mujer tienden a conseguir un marco legal e institucional más eficaz que permita mejorar la calidad y la cantidad de los puestos de trabajo para las mujeres.

La acción en el campo internacional se orientará a la sensibilización de la sociedad en torno a los problemas del empleo de la mujer.

El Consejo de Gobierno de la OIT aprobó el presupuesto para el bienio por un monto de 547 millones de dólares, lo que representa una reducción en términos reales de 5,6 popr ciento con relación a los recursos invertidos en el período 1996-1997. (FIN/IPS/pc/ag/lb- pr/97

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