El nuevo presupuesto presentado por el gobierno de Sudáfrica al parlamento fue recibido favorablemente por los inversores y la prensa, pero un grupo de mujeres afirma que no favorece a las más pobres.
La organización Iniciativa Presupuestaria de la Mujer (IPM) sostiene que el presupuesto no favorecerá a mujeres como Mitavini Ndlovu, que vive de la venta de frutas y verduras en un puesto callejero de Johannesburgo desde que su marido murió hace dos años y la dejó a cargo de sus cuatro hijos.
Miles emigraron hacia Johannesburgo en busca de trabajo desde que fueron abolidas las leyes del régimen del apartheid que regulaban la migración de sudafricanos negros de las zonas rurales hacia las ciudades.
Pero muchos de los migrantes no consiguen empleo en el sector de la economía formal.
Ndlovu no está enterada de lo que la prensa llama el "presupuesto del pueblo" porque aumenta las retribuciones de los jubilados y el gasto para los programas sociales.
IPM sostiene que el presupuesto de este año no contempla en gran medida a la mujer. La IPM se fundó hace dos años para analizar el gasto del gobierno orientado hacia la mujer.
La IPM opina que una de sus ventajas es el mayor gasto para las jubilaciones, la educación y la creación de empleo. La tasa de desempleo en Sudáfrica es superior a 40 por ciento de la población económicamente activa.
Otras ventajas del presupuesto son la mayor asistencia a la pequeña y mediana empresa mediante micropréstamos y capacitación, y la mayor carga impositiva sobre el alcohol y los cigarrillos. La IPM sostiene que el incremento del impuesto sobre el alcohol podría reducir la violencia doméstica.
Una de las desventajas del presupuesto es que las asignaciones provinciales no toman en cuenta donde viven las mujeres más pobres, según IPM.
Sesenta por ciento de las mujeres más pobres de Sudáfrica viven en las provincias del Norte, Cabo Oriental y KwaZulu-Natal. Pero las "tres provincias reciben casi 10 por ciento menos per cápita que las provincias más ricas de Gauteng, Cabo Occidental y Cabo del Norte", afirma IPM.
Los valores de las acciones aumentaron como reacción del mercado bursátil al recorte de casi cinco por ciento en el gasto público anunciado por el ministro de Finanzas, Trevor Manuel. De acuerdo a las previsiones del gobierno, el déficit fiscal se limitará a cuatro por ciento del producto interno bruto.
El presupuesto es bienvenido por el sector empresarial, pero las mujeres con hogares pobres como Ndlovu no ven el futuro con esperanza.
Ndlovu tiene cuatro hijos en su casa de Tzaneen. Paga 15 dólares mensuales para que los menores vayan a la escuela pero los dos mayores no pueden asistir a la enseñanza terciaria por falta de dinero.
El servicio médico tampoco es gratis y el transporte no está subsidiado por el gobierno. En vez de expandirse, la red de seguridad para gente como Ndlovu se achica.
"Las mujeres tienen mayores tasas de desempleo, sufren más de la falta de infraestructura en el hogar, y tienen mayores responsabilidades" para atender a niños y ancianos, sostiene Debbie Budlender de IPM.
"Como resultado, la falta de mejoría de los servicios del gobierno y lo poco que se gasta en la infraestructura y la vivienda las afecta más", agrega.
La IPM afirma que los recortes de este año para la tierra y la agricultura dificultarán el acceso a la propiedad de la tierra para las mujeres en zonas rurales, lo que aumentará el éxodo de mujeres hacia las ciudades.
"El presupuesto agrícola debería ser redirigido hacia los pequeños productores, en su mayoría mujeres", afirma Budlender. "Esta estrategia de desarrollo rural debe combinar infraestructura, capacitación y oportunidades de comercialización".
Ndlovu gasta una parte importante de su ingreso en el alquiler de su vivienda, que se rige por los precios del mercado.
No tiene un empleo formal, por lo que no paga impuesto a la renta, pero con el alto impuesto al valor agregado (IVA) sudafricano, parte de sus ingresos van a parar a las arcas del estado.
Pocos productos están exentos de impuestos y la IPM hubiera preferido una mayor cantidad para beneficio de los pobres.
Si Ndlovu no tuviera que pagar impuestos por queroseno (que utiliza para cocinar y para la calefacción), alimentos y servicios, tendría más dinero para educar a sus hijos y expandir su negocio. (FIN/IPS/tra-en/fh/pm/aq-jc/pr/97
