/REPETICION/ DERECHOS HUMANOS: El precio de la justicia en Ruanda y Bosnia

La Organización de las Naciones Unidas (ONU) propuso congelar el presupuesto de los tribunales internacionales de guerra para la ex Yugoslavia y Ruanda a los niveles de 1996 en el primer trimestre de este año, aunque ambas cortes solicitaron más fondos.

"Aunque una ampliación de las actividades parece garantizada, sería prudente diferir la consideración de requerimientos adicionales", había señalado la Secretaría de la ONU en su informe de fines de 1996.

Para el tribunal de la ex Yugoslavia, la prioridad máxima consiste en detener a los acusados, mientras para el de Ruanda es la reforma administrativa. Pero para ambos, la segunda prioridad es la de asegurarse un mayor presupuesto para lo que resta de 1997.

Los recursos propuestos para el tribunal de la ex Yugoslavia no cubren adecuadamente la protección de los testigos ni la remuneración de abogados defensores, funcionarios de la corte y traductores.

El presupuesto planteado para honorarios de la defensa sólo admite tres juicios en todo 1997, suponiendo que no se detengan nuevos sospechosos durante este año.

Se prevé que para fines de abril se pronunciará el veredicto del primer caso del tribunal, contra el policía serbobosnio Dusko Tadic. Los recursos propuestos no cubren los costos de una eventual apelación, que parece muy probable, en caso de que sea hallado culpable.

Irónicamente, el presupuesto permite a la corte adquirir nuevas oficinas, computadoras y muebles, algunos de los cuales permanecerán sin usar porque aún no fue autorizada la contratación de nuevos funcionarios.

Aunque el atraso en las traducciones entre los idiomas bosnio, croata y serbio es un problema crónico para el tribunal, los recursos propuestos por la Secretaría de la ONU alcanzan para pagar únicamente un traductor de tiempo completo e incluye sólo 85.700 dólares para traducciones contratadas.

El número de traductores e intérpretes para el trabajo en la sala del tribunal fue aumentado, pero la medida no reducirá necesariamente el trabajo acumulado.

Por otra parte, la Secretaría aumentó los fondos para algunos rubros clave como viajes y testigos expertos para la oficina del fiscal, y la corte también podría comenzar a construir una segunda sala y adquirir equipos audiovisuales y de comunicaciones.

Mientras, los recursos propuestos para el tribunal de Ruanda admiten entre 12 y 20 juicios en 1997, pero sin el nuevo personal que tanto necesita la oficina del fiscal. La utilización de nuevos funcionarios de la fiscalía para los juicios de Arusha desviará recursos de las investigaciones.

El presupuesto provee sólo 750.000 dólares para los viajes de los investigadores del tribunal de Ruanda, frente a 2,2 millones para los de la corte de la ex Yugoslavia. Bélgica se hace cargo de los viajes aéreos entre Kigali y Arusha.

Sin embargo, los fondos de seguridad para el tribunal de Ruanda se incrementaron sustancialmente a 3,7 millones de dólares, lo cual permitiría la contratación de 75 guardias. Algunos de ellos acompañarían a los investigadores que viajen a Ruanda.

La seguridad es esencial para el éxito de la misión del tribunal, pero al igual que en el de la ex Yugoslavia, la protección de los testigos no está adecuadamente financiada.

El tribunal de Ruanda podría ahora pagar dos abogados defensores por cada acusado en lugar de uno, aunque el presupuesto para la defensoría sólo cubre 12 juicios, y no los 12 a 20 establecidos en el documento presupuestal.

La secretaría de la ONU también intenta reducir los traslados temporales voluntarios, un sistema que ha suministrado a los tribunales algunos de los fiscales e investigadores con mayor experiencia.

Los procesos judiciales son muy costosos. Para que las investigaciones continúen, ambos tribunales necesitan más personal experimentado.

Además, las cortes precisan recursos para la reubicación y seguridad de los testigos, exhumaciones de fosas comunes, apoyo logístico para impedir la alteración de las pruebas y el traslado seguro de los prisioneros, y recompensas para la detención de los sospechosos.

Los tribunales tienen la posibilidad de defender sus propuestas presupuestales ante el Comité Asesor de las Naciones Unidas sobre Cuestiones Administrativas y Presupuestales (ACABQ), que analiza los presupuestos propuestos por la Secretaría.

También pueden, al igual que todas las agencias de la ONU, procurar el apoyo de la Asamblea General, particularmente de la Quinta Comisión, que aprueba los presupuestos presentados por la ACABQ.

El apoyo al presupuesto de los tribunales dentro del ACABQ es el más importante, pero el respaldo adicional de gobiernos y organizaciones no gubernamentales debe construirse entre los países activos en la Quinta Comisión.

La posibilidad de continuar recibiendo contribuciones o personal voluntario y fondos adecuados depende de lo que los amigos de las cortes sean capaces de hacer en la ONU y en capitales de todo el mundo.

Si no se obtienen recursos adicionales, los tribunales internacionales de guerra de Ruanda y la ex Yugoslavia se enfrentarán a la disyuntiva de detener las investigaciones o esperar que los sospechosos no sean detenidos. Ninguna de ambas opciones es aceptable. —— (*) Tom Warrick es asesor especial de la Coalición para la Justicia Internacional. Este artículo llega a IPS por medio del Proyecto Tribunal del "Institute for War & Peace Reporting», de Londres. (FIN/IPS/tra-en/wr/rj/ml/hd-ip/97

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