PERU: Pescadores y lobos marinos en lucha por la supervivencia

Los grupos ecologistas que incluyen el bienestar de la poblacion humana en la preservación del ambiente tienen en Perú un difícil dilema: defender la ley que prohibe la caza de lobos marinos o atender el amenazado derecho de los pescadores a su supervivencia.

"El ser humano también forma parte del medio ambiente y debe ser igualmente protegido. La sobrepoblación de lobos marinos ha convertido a esa especie predadora en un peligro para la economía familiar de 300.000" pescadores, advirtió el parlamentario César Larrabure.

Larrabure presentó un proyecto de ley para reglamentar una "saca" (matanza proporcional) de lobos marinos, con el objetivo de "recuperar el equilibrio poblacional de esa especie.

A comienzos de los años 60, "cuando se dictó la ley que prohibe darles muerte, existían 12.000 lobos marinos" en las costas peruanas, "y ahora hay medio millón", explicó el legislador.

El proyecto de Larrabure tiene un difícil destino. El gremio pesquero exige al Instituto del Mar y al Ministerio de Pesquería que lo estudien y pongan en práctica, pero los ambientalistas lo rechazan.

Larrabure senala como precedente la "saca" establecida para disminuir la población de vicuñas, otra especie protegida por ley.

Pero los ecologistas replican que la cantidad de vicuñas en algunas áreas de reserva era excesiva respecto del alimento natural disponible, y ese no es el caso de los lobos marinos, porque no hay riesgo de insuficiencia de peces en el litoral peruano.

"Hay tantos peces en el mar peruano que el gobierno autoriza capturas de seis a siete millones de toneladas por año a las empresas industriales. De modo que la acción de los lobos marinos y los pescadores artesanales apenas araña el potencial pesquero existente", afirmó la bióloga marina Milena Arias.

Pero los lobos marinos, entre los que se cuentan ejemplares machos de 400 kilogramos, son hábiles y voraces pescadores y han aprendido y prefieren capturar su alimento rompiendo las redes de pescadores artesanales.

Los lobos "merodean alrededor de nuestras embarcaciones a la espera de que las redes estén cargadas y entonces las asaltan para devorar la pesca", dijo Claudio Nizama, presidente de la Federacion de Pescadores Artesanales de Perú, que cuenta con 60.000 afiliados.

"Son animales muy inteligentes y esperan que las redes estén repletas de pescado. Hasta ahora se han burlado de todos los dispositivos que hemos puesto para ahuyentarlos. Parecen creer que es un juego", pero "(nosotros) trabajamos para sobrevivir", arguyó Nizama.

Los ecologistas independientes admiten que los lobos marinos destruyen las redes, aunque creen ver detrás de la demanda de los pescadores la presencia de empresarios que quisieran volver a la caza libre del lobo marino.

La especie estaba en riesgo de extinción cuando se promulgó la ley que prohibe su caza. Los loberos los perseguían para aprovechar su piel y también sus genitales, que tienen mercado en algunos países asiáticos por sus presuntas virtudes afrodisíacas.

Cada lobo cubre a 12 hembras y la fecundidad de la especie permitió su rapido repoblamiento desde que se dispuso su protección. El último censo, de 1993, registró 103.562 ejemplares, y ahora serían 450.000, según se calcula.

Larrabure propone que el Instituto del Mar determine la población adecuada de lobos marinos para la convivencia de esa especie con los pescadores artesanales, y reglamente luego el exterminio progresivo del excedente.

Patricia Cuba, directora del área legal de la Red Nacional de Acción Ecologista, replica que "la saca no resolverá nada, pues no es cuestión de número de individuos existentes en las costas o en islas rocosas, sino de incidentes que se producen cuando los pescadores operan cerca de las áreas loberas".

"La saca será burlada, pues permitirá que los pescadores realicen una matanza descontrolada de ejemplares, con fines comerciales. La solución es que los pescadores no invadan las zonas de los lobos", recomendó Cuba.

Agregó que su organización ha informado al Ministerio de Pesquería que una empresa constructura ofrece financiar el traslado de los lobos marinos que habitan cerca de los caladeros de los pescadores a islotes distantes de la costa.

La bióloga Patricia Majluf propuso un proyecto alternativo: que los pescadores artesanales formen empresas de servicio turístico, y promuevan paseos a las zonas loberas.

Majluf mencionó la experiencia de la caleta de San Andrés, en Paracas, una zona declarada santuario natural, donde ex pescadores crearon una empresa para llevar a los turistas a conocer las islas Ballestas.

Las Ballestas conforman un hermoso escenario natural, en cuyas rocas y grutas viven miles de lobos marinos y ejemplares de otras especies. (FIN/IPS/al/ff/en/97

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