PAPUA NUEVA GUINEA: Presencia de mercenarios causa crisis política

El reclutamiento de mercenarios por parte del gobierno de Papúa Nueva Guinea para terminar con ocho años de guerra separatista en la provincia de Bougainville desató una crisis política, que pone en peligro la victoria del primer ministro, Julius Chan, en las elecciones generales de junio.

El funcionario fue acusado de estar relacionado con la aventura mercenaria. Chan y su ministro de defensa, Mathias Ijape, defendieron por su parte el derecho de decidir la mejor forma de terminar con la guerra.

Las críticas opositoras apuntan a la hipocresía del gobierno que había prometido una solución pacífica de la cuestión y rechazó varias veces la ayuda extranjera.

Chan sugirió que los mercenarios entrenarán a las fuerzas locales en los mil kilómetros de frontera con la provincia indonesia de Irian Jaya. La zona es utilizada como santuario por los rebeldes melanesios que luchan contra el poder de Indonesia.

Australia, Nueva Zelanda y las Islas Solomón condenaron a Chan por traer a las fuerzas mercenarias a la región mientras aumentan los pedidos de renuncia en el país.

El gobernador del distrito capital nacional, Bill Skate, calificó al acuerdo mercenario como "un acto de locura".

"El gobierno se equivoca si piensa que los mercenarios pueden resolver la crisis en Bougainville antes de las elecciones generales", opinó el diario Post-Courier.

"Es un error que costará millones de dólares al pueblo de Papúa Nueva Guinea y alejará la posibilidad de la paz", añadió.

En enero, el ex primer ministro Michael Somare, legisladores de la oposición y el ministro del gobierno local, Peter Barter, viajaron a la isla asediada por la guerra civil para negociar la libertad de cinco soldados cautivos del Ejército Revolucionario de Bougainville (ERB).

Aunque los soldados no fueron liberados, los políticos lograron un avance al establecer el diálogo con los rebeldes.

No obstante, fueron criticados por el gobierno porque el viaje no tuvo aprobación parlamentaria.

Las revelaciones sobre la presencia en el país de 40 soldados extranjeros contratados por la compañía británica Sandline International perjudicaron seriamente la credibilidad del gobierno.

Sandline a su vez subcontrató a Executive Outcomes, una compañía sudafricana compuesta por mercenarios que pelearon en Angola a cambio de concesiones petroleras y en Sierra Leona a cambio de derechos minerales.

"Estoy harto de que nuestros chicos vuelvan en bolsas para cadáveres", dijo Chan. "Los miembros del equipo contratados para entrenar a nuestras fuerzas no son 'cowboys'. Se trata de una respetable compañía profesional, que integra nuestra estrategia para lograr una solución definitiva a la crisis".

Las acusaciones de un diario australiano de que Chan y su familia son accionistas de una compañía administrada por dos hermanos acusados de contratar y armar a policías y paramilitares australianos para trabajar en Papúa Nueva Guinea, agravaron la crisis.

Los hermanos, investigados por la policía en Australia y Papúa Nueva Guinea, realizaron dos operaciones secretas para resolver disputas locales.

Los hermanos, Cedric y Mark Rodrigues, son directores de la compañía de Papúa Nueva Guinea 'Network International Security', de la cual Chan y miembros de su familia serían accionistas y el hijo del primer ministro, James Chan, sería director.

Informes anteriores sobre el acuerdo mercenario de Sandline hablaban de un decisivo "golpe quirúrgico" para asesinar a la dirigencia del ERB.

Chan y el ministro de Defensa negaron la versión e insistieron que los asesores militares de Sandline no estarán en el frente de lucha. La tarea de los asesores, que tienen su base en un campo militar próximo al pueblo de Wewak, al norte del país, sería la de "orientar las operaciones".

Chan agregó que los extranjeros eran necesarios para brindar entrenamiento en los mil kilómetros de frontera con la provincia indonesia de Irian Jaya donde operan los rebeldes separatistas del Movimiento de Papúa Libre.

"La situación de seguridad nacional en Bougainville no es la única que tenemos que enfrentar. Tenemos que vigilar y patrullar uno de los terrenos más inhóspitos de la tierra en nuestra frontera occidental", agregó.

El precio de las acciones de la compañía minera Orogen Minerals bajó 13 centavos cuando se supo que 25 millones de dólares de la privatización de la empresa fueron utilizados para financiar la aventura mercenaria.

Mientras tanto, en la recta final hacia las elecciones, Somare lanzó un nuevo movimiento político, la Alianza Nacional. Afirma que un gobierno dirigido por él eliminaría a los 'dirigentes corruptos' luego de la elección.

Somare prometió otorgar más poder a organismos como la Comisión del Ombudsman y la comisión anticorrupción y habilitarlos para procesar a los dirigentes corruptos. (FIN/IPS/tra-en/dr/kd/aq-jc/ip/97

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