Motoniveladoras israelíes protegidas por guardias armados allanan el terreno en una colina del sur de Jerusalén para la construcción de un asentamiento judío resistido por los palestinos.
Los trabajos en la colina, llamada Har Homa por los israelíes y Jabal abu Gneim por los palestinos, continuaron este miércoles por segundo día consecutivo, pese a que el presidente de la Autoridad Nacional Palestina (ANP), Yasser Arafat, interrumpió todo contacto con el gobierno de Israel como expresión de protesta.
Arafat convocó el martes a los 25 integrantes de su gabinete y al comité ejecutivo de la Organización para la Liberación de Palestina a una reunión de emergencia en Gaza para responder a la decisión israelí de realizar la obra.
Pero este miércoles no se conocía todavía ninguna resolución de la jerarquía palestina.
Un sector del gabinete de Arafat propuso suspender las negociaciones con Israel hasta que el gobierno de Benyamin Netanyahu renuncie a la construcción del asentamiento judío sobre la colina.
Mientras, líderes de la organización radical palestina Hamas radicados en Jordania exhortaron a la población de Cisjordania y Gaza a reanudar la "intifada", la rebelión popular sostenida durante siete años que precedió al acuerdo de paz de 1993 con Israel.
"Hemos llegado a una encrucijada" y, según el curso que tomen los acontecimientos, "el proceso de paz puede continuar o morir", advirtió Ahmed Qurie, presidente del consejo legislativo palestino de 88 miembros y uno de los principales arquitectos de los acuerdos con Israel.
La tensión en Cisjordania y Gaza va en aumento desde febrero, cuando el gobierno de Netanyahu aprobó el proyecto de construcción de 6.500 apartamentos sólo para israelíes en la disputada colina.
El sitio elegido se halla en el área de Jerusalén oriental, entre la ciudad de Belén, controlada por la ANP, y dos pequeñas aldeas árabes.
La nueva urbanización cerrará el cerco de asentamientos judíos en torno del sector oriental de Jerusalén, ocupado militarmente por Israel desde 1967 y reclamado por los palestinos como capital del estado nacional que pretenden constituir en Cisjordania y Gaza.
La ANP acusó a Israel de condicionar las negociaciones sobre el destino de la ciudad al construir el asentamiento. En tanto, los israelíes afirman que Jerusalén unida es su capital "eterna".
La obra "levantará un muro entre Jerusalén y Cisjordania. En el momento de negociar (el futuro de la ciudad), Israel dirá que no tiene objeto discutir", señaló Faisal Husseini, representante de la ANP en Jerusalén.
El comienzo de las negociaciones para concertar el "estatuto definitivo" de Jerusalén estaba fijado para el lunes, pero se postergó indefinidamente. El estatuto debe ser acordado antes de fines de mayo de 1999.
Arafat se rehusó el lunes de noche a reunirse con Netanyahu. El líder palestino cortó la semana última sus contactos con Israel, disconforme con la decisión del gabinete de Netanyahu de limitar una nueva retirada de tropas de Cisjordania.
El repliegue dispuesto aumenta nueve por ciento el área administrada por la ANP, pero los palestinos puntualizaron que aguardaban tres veces más.
La suma de ese repliegue militar limitado a la decisión de construir el asentamiento judío resultó inaceptable para la ANP, que optó por interrumpir las negociaciones.
Diplomáticos estadounidenses declararon este miércoles que temen el colapso del esfuerzo de paz a causa del nuevo asentamiento judío.
Presionado por el ala radical de la coalición de derecha que lo respalda, Netanyahu se negó a retroceder. El primer ministro afirmó que la urbanización será construida de inmediato, pese a las advertencias de la ANP respecto del proceso de paz.
"No puedo imaginar ningún proceso de paz que nos impida construir una obra en nuestra capital", y "no acepto la paz si no puedo realizar construcciones en Jerusalén", advirtió Netanyahu este miércoles.
"En lo que se refiere a Jerusalén, estamos dispuestos a enfrentarnos con quien sea para defender nuestros derechos de soberanía. Si no hacemos fente a las amenazas a Jerusalén, no podremos luchar contra ninguna amenaza", había afirmado el lunes.
+ "Hemos venido aquí a exhortar al gobierno israelí a abstenerse de alimentar esta explosiva situación", dijo Husseini el martes en el sitio elegido para la construcción del asentamiento, antes del arribo de las motoniveladoras.
Una vez comenzado el trabajo, el representante de la ANP advirtió que no queda a los panestinos otra elección que "salir a las calles".
Israel destinó cientos de soldados, policías y guardias de frontera al sitio de la obra, en previsión del estallido de la violencia.
Pero las protestas se cumplieron de modo pacífico. Dirigentes palestinos, miembros árabes del parlamento israelí y militantes pacifistas israelíes realizaron con normalidad una concentración en el lugar.
Los testigos presenciales sólo registraron un episodio menor, protagonizado por soldados israelíes, que golpearon a tres estudiantes palestinos con la culata de sus armas. (FIN/IPS/tra- en/dho/rj/ff/ip/97
