El gobierno de Estados Unidos advirtió que el rígido secreto bancario de Uruguay facilita el lavado de dinero del narcotráfico, con lo que se aceleró el trámite para votar una ley que permita combatir esa práctica.
Un informe del Departamento de Estado advirtió que los patrones con los que se rige y la legislación sobre depósitos hacen que el sistema financiero uruguayo "sea particularmente vilnerable al lavado de dinero".
El secreto bancario ha convertido a este pequeño país de 3,1 millones de habitantes en la plaza financiera más atractiva de los países del Mercado Común del Sur (Mercosur).
Ningún banco uruguayo puede dar información sobre depósitos a personas o instuciones privadas o estatales, salvo que lo ordene un juez penal en forma fundada.
No obstante, aún en ese caso, se han dado circunstancias en que los bancos se han negado a dar la información, por considerar que el pedido judicial no reúne los requisitos establecidos por la ley.
La otra vía para levantar el secreto bancario es por orden judicial para proteger a los menores de edad cuando sus padres se niegan a servirles pensión alimenticia y se supone que puedan ocultar sus ingresos en el sistema financiero.
Los bancos deben registrar toda transacción superior a 10.000 dólares pero el Banco Central del Uruguay (BCU) "no pasa revista rutinariamente a estas actividades financieras", denuncia el informe.
Aclara que el BCU carece de una adecuada base de datos informatizada para analizar cada una de las transacciones en forma adecuada".
Fuentes del BCU dijeron a IPS que actualmente los depósitos de no residentes llegan a 6.667 millones de dólares, de los cuales 3.309 millones están depositados en bancos privados, cooperativas de ahorro y crédito e instituciones off shore.
Los informantes señalaron que el volumen de depósitos tiende a crecer y que entre 1995 y 1996 aumentaron casi 20 por ciento debido a sucesivas crisis en el sistema bancario argentino.
Indicaron además que otra "importante corriente" de depósitos se registró en 1995, luego del llamado "efecto tequila", producido por la abrupta e imprevista devaluación del peso mexicano.
La mayoría de los depósitos proviene de Buenos Aires, distante sólo 20 minutos por avión de Montevideo.
Aunque el sistema financiero argentino se ha modernizado significativamente en los últimos años, un elevado número de inversores sigue prefiriendo a Uruguay por la estricta reserva impuesta por el secreto bancario.
Carlos Rohm, un uruguayo accionista mayoritario de bancos con sede en Montevido y en Buenos Aires, se amparó recientemente ante un juez argentino en el secreto bancario imperante en su país para no declarar sobre una operación fraudulenta entre la trasnacional IBM y funcionarios del gobierno argentino.
"El paraíso fiscal, el liberal cambio de monedas, las leyes del secreto bancario y la banca off shore atraen a los depositantes, especialmente de Argentina y Brasil", dice el informe del Departamento de Estado.
En Brasil están prohibidos los depósitos en dólares. La mayoría de los bancos uruguayos tiene sucursales en las principales ciudades establecidos a lo largo de los 500 kilómetros de fontera terrestre entre ambos países.
Alberto Savarelli, prosecretario de la Presidencia uruguaya, señaló que el lavado de dinero no es significativo y que el gobierno de su país ha propuesto normas para sancionar maniobras de ocultamiento de fondos del narcotráfico.
Esas normas "no están condicionadas a las opiniones internas de otras naciones", destacó.
Pero el proyecto de ley al que refirió Sacarelli duerme en los anaqueles del parlamento desde 1996, hecho que también fue censurado por el informe.
La otra cara del documento estadounidense es que Uruguay está realizando esfuerzos adecuados para combatir el tráfico de drogas a través de una política de Estado.
Pero este país "es particularmente vulnerable porque su población está muy esparcida (en 178.000 kilómetros cuadrados) y es cercano a regiones remotas de Brasil y Argentina", lo que ha facilitado un aumento en el tránsito de drogas. (FIN/IPS/rr/dg/if/97)