Los palestinos rechazaron sin dilación la propuesta de Israel para concluir las negociaciones de paz en nueve meses, y denunciaron que sólo busca desviar la crítica mundial contra el proyecto de construir viviendas para judíos en la parte árabe de Jerusalén oriental.
El primer ministro Benjamin Netanyahu ofreció el miércoles a través del rey Hussein de Jordania dejar de lado el cronograma de negociaciones estipulado en el acuerdo de paz interino de 1995 y negociar directamente el estatuto definitivo de Jerusalén, entre otros puntos polémicos.
El negociador palestino Saeb Erekat declaró a IPS que se trata de "un truco de Netanyahu para desviar la atención del público de las motoniveladoras israelíes en Jabal Abu Ghneim, que están destruyendo el proceso de paz".
Jóvenes palestinos apedrearon a soldados israelíes que lanzaban gases lacrimógenos fuera de Belén el jueves, y se estima que los hechos de violencia continuarán repitiéndose.
La ira palestina estalló por la construcción del asentamiento judío, que comenzó el martes en una colina del sur de Jerusalén, llamada Jabal Abu Ghneim por los árabes y Har Homa por los israelíes.
La nueva propuesta de negociación daría al presidente de la Autoridad Nacional Palestina (ANP), Yasser Arafat, la opción de continuar con la recuperación paulatina del territorio, de acuerdo a lo que establece el acuerdo de paz interino de 1995, o negociar directamente los puntos más polémicos.
Ellos son el estatuto definitivo de Jerusalén, refugiados, asentamientos y las exigencias palestinas para convertirse en Estado nacional.
El acuerdo interino de 1995 fijaba el cronograma para entregar partes de Cisjordania y Gaza a la ANP para mediados de 1998, mientras se aplazaban los temas más polémicos.
En vez de aumentar la confianza entre las dos partes, la lentitud del acuerdo de paz interino la está socavando, declaró el vocero de Netanyahu, Michael Stoltz.
Si la oferta es rechazada, Stoltz agrega que Israel continuará las negociaciones en el marco del acuerdo interino. La ANP interrumpió los contactos con el gobierno de Israel desde que se inició la construcción del asentamiento judío.
Si la oferta es aceptada, palestinos e israelíes podrían concluir el acuerdo en seis o nueve meses de negociaciones en lugar de la fecha final de mayo de 1999 fijada por el acuerdo interino.
Netanyahu ya había propuesto que las dos partes negociaran el estatuto definitivo de Jerusalén durante las conversaciones en enero para retirar las tropas israelíes de Hebrón.
Esta vez, la propuesta escrita de Netanyahu fue entregada a la Organización para la Liberación de Palestina (OLP) por el rey Hussein de Jordania.
La propuesta tiene lugar en un momento crítico para las relaciones entre israelíes y palestinos.
La construcción de las viviendas para judíos en Jerusalén impidió que se iniciaran las negociaciones sobre el estatuto definitivo de la ciudad en la fecha prevista del 17 de marzo.
Se suspendieron las patrullas conjuntas de israelíes y palestinos en los pueblos gobernados por la ANP y, en Belén, residentes palestinos quemaron llantas y apedrearon a soldados israelíes.
La polémica construcción se encuentra en una zona de Jerusalén oriental reclamada por los palestinos como capital de su futuro Estado nacional. Cerrará el cerco de asentamientos judíos en torno de lo que fue el sector árabe de Jerusalén oriental.
Israel insiste que una Jerusalén unida seguirá siendo su "capital eterna".
Erekat acusó a Israel de predeterminar el resultado de las negociaciones sobre la ciudad con la construcción de las viviendas.
"Nos invita a negociar mientras las motoniveladoras determinan el resultado de las negociaciones", afirmó Erekat. "¿Por qué tendríamos que negociar en estas condiciones?".
La construcción comenzó el martes, después de la decisión israelí de retirar parte de las tropas estacionadas en Cisjordania, lo que entregaría nueve por ciento del territorio al control palestino. La ANP esperaba tres veces más.
La mayoría de los 18 miembros del gabinete de Netanyahu apoyan iniciar las negociaciones sobre el estatuto definitivo de Jerusalén, incluyendo a miembros de la oposición como el líder laborista Shimon Peres y el legislador laborista Yossi Beilin, arquitectos de los acuerdos de paz de 1993 y 1995.
"Abandonar el acuerdo no está en el interés de los palestinos", sostuvo el analista palestino Ghassan Khatib.
"Por el contrario, es una manera de que Netanyahu evite las obligaciones y responsabilidades israelíes del acuerdo que ya está firmado", agregó.
Los palestinos controlan dos terceras partes de Gaza y 2,8 por ciento de Cisjordania, mientras que 24 por ciento está bajo control conjunto de israelíes y palestinos.
Los palestinos esperan controlar 80 por ciento de Cisjordania para cuando se realice el tercer retiro de soldados israelíes a mediados de 1988.
Ello les daría mayor poder para negociar el estatuto definitivo de Jerusalén.
El acuerdo interino también estipula la liberación de prisioneros, el uso irrestricto de puertos aéreos y marítimos en Gaza, y la apertura de un pasaje a través de Israel que conecte Gaza con Cisjordania. (END/IPS/dho/rj/aq-jc/ip/97