Sus pueblos son amigos. Muchos tienen familia en los dos países. Los habitantes de uno aman el cine y la música del otro. Aun así, los gobiernos de India y Pakistán son enemigos implacables, pero eso parece estar cambiando.
Recientes gestos de buena voluntad, a los que se sumaron este mes los primeros contactos directos entre altos funcionarios de los dos estados en tres años, permiten alentar cierta esperanza, si bien todavía persiste la beligerancia en torno al territorio del estado indio de Kashmir.
Durante medio siglo, las volátiles circunstancias políticas internas en cada uno impidieron que el incendio estallara. Pero la antipatía mutua obstaculizó la cooperación económica en todo el sur de Asia.
El primer ministro de India, H. D. Dewe Gowda, invitó el mes pasado a su flamante par de Pakistán, Nawaz Sharif, a mantener conversaciones. La reunión entre los secretarios de Relaciones Internacionales se produjo en Nueva Delhi entre los días 21 y 23.
Los resultados de este primer contacto directo desde enero de 1994 son inciertos, pero los observadores políticos de ambos países coinciden en que son significativos, pues el mero hecho de que se hayan reunido es un gran paso adelante, afirman.
El activista M. H. Askari, involucrado en distintas gestiones de organizaciones no gubernamentales por la paz entre los dos países, sostuvo que "lo importante es que indios y paquistaníes comiencen a hablar".
"Aunque no haya avances, sus enviados continuarán reuniéndose y hablando en los intervalos", agregó Askari.
El principal obstáculo a la normalización de las relaciones es la disputa sobre el territorio de Kashmir, estado septentrional de India que Pakistán reclama y por el que ya se produjeron dos guerras.
Algunos recientes gestos de buena voluntad de las dos partes dejan en evidencia que los funcionarios se cuidan de mantener una atmósfera amistosa en torno al territorio en disputa.
Pero el problema de Kashmir afloró el último día de la reunión, cuando el presidente de Pakistán, Farooq Leghari, declaró el respaldo total de su país a la guerrilla que enfrenta allí a las fuerzas de seguridad indias.
Eso ocurrió mientras Leghari presidía un desfile militar en la celebración del 50 aniversario del nacimiento de Pakistán, a la que asistieron altos funcionarios de países islámicos.
Pocas horas antes, una reunión especial de la Organización de Países Islámicos (OIC) realizada previamente en Islamabad condenó "la opresión y violación masiva de los derechos humanos del pueblo de Kashmir".
Los observadores políticos temen que la beligerancia en torno a Kashmir perjudiquen el establecimiento definitivo de la paz entre India y Pakistán. Pero, al mismo tiempo, existen señales de distensión en otras áreas.
A comienzos de mes, Islamabad facilitó el regreso de 38 niños indios que habían sido encarcelados por pescar en aguas territoriales de Pakistán. En reciprocidad, Nueva Delhi redujo los trámites de ingreso de los paquistaníes que viajan a India.
Millones de familias resultaron divididas tras la sangrienta secesión del subcontinente indio en 1947, con el fin del régimen colonial británico.
Cientos de personas cruzan la frontera cada semana para visitar a sus parientes, pero la exigencia de visado les permite apenas visitar localidades específicas, donde deben informar sus llegadas a las autoridades policiales.
Las nuevas reglas permiten a grupos de paquistaníes viajar por toda India y eliminan la exigencia del visado para los más ancianos. Los niños y los viejos no deben reportarse ante la policía.
Nueva Delhi dispuso también la entrega de visados de múltiple entrada válidos por un año a empresarios paquistaníes.
El ministro de Relaciones Exteriores de India, Inder Kumar Gujral, dijo al parlamento de su país que esta medidas constituyen "el principal paso unilateral en la dirección correcta".
"Son un emblema de nuestro deseo onesto de establecer y mantener relaciones de amistad y cooperación con nuestro vecino", declaró Gujral.
La semana pasada se registró cierto aflojamiento en la actitud de Pakistán respecto de Kashmir. El ministro de Relaciones Exteriores, Gauhar Ayub, declaró en la televisión que Islamabad no reclamaba el territorio del estado indio.
"Dejemos que los kashmiríes decidan. Si quieren unirse a India, que lo hagan, y si desean unirse a Pakistán, déjenlos", dijo.
De todos modos, los analistas afirman que no se trata de un cambio real en la posición paquistaní, pues Islamabad siempre propuso un plebiscito para saldar el conflicto. Ayub, por lo tanto, apenas reiteraba esta posición, poco antes de que Leghari sembrara de nuevo la discordia con sus declaraciones.
El antiguo principado de Kashmir fue integrado a India poco después de la división del subcontinente. Un año después, tropas indias y paquistaníes chocaron en esa zona.
Pakistán conquistó un tercio del estado. Islamabad denomina a esa área Azaad (Kashmir Libre), mientras Nueva Delhi lo conoce como Kashmir Ocupado. Las disputas sobre este territorio fueron lo que condujo a la suspensión de las conversaciones en enero de 1994.
Los empresarios de ambos países aspiran a que este conflicto en particular se mantenga fuera de las conversaciones para que el diálogo continúe, pues desean una apertura de fronteras con el fin de facilitar el comercio regional.
Muchas mercancías indias contrabandeadas, como azúcar, harina, jabones y bicicletas, se venden en Pakistán a menor precio que las de producción nacional. Las confecciones en cuero, el calzado y los productos textiles de Pakistán, en tanto, son de gran demanda en India.
"Altos funcionarios de los dos gobiernos admiten en privado que India y Pakistán deben dialogar, pero no desean hacer pública esta aspiración para no generar obstáculos inesperados", dijo el ex ministro de Pakistán Mubashir Hasan.
En los últimos años, varias iniciativas no gubernamentales colocaron a cientos de indios y paquistaníes frente a frente en territorios de las dos naciones.
La más reciente de esas reuniones se celebró en Calcuta en diciembre pasado, convocada por el Foro de los Pueblos de India y Pakistán para la Paz y la Democracia. (FIN/IPS/tra- en/bs/mu/an/mj/ip/97