Empresas, clubes y asociaciones profesionales y de caridad de Hong Kong se apresuran a cortar sus vínculos con Gran Bretaña, la antigua metrópoli colonial, cuando faltan tres meses para la integración a China.
Los habitantes del enclave inventaron una palabra en inglés, "localisation", para describir la fiebre que cunde entre ellos y que consiste en elegir jefes ejecutivos, directores y mecenas locales y retirar la palabra "real" de sus nombres.
La era colonial llegó a su fin para el Jockey Club de Hong Kong el año pasado, cuando designó a su primer jefe ejecutivo chino. Antes, este club, que entrega miles de dólares a obras de caridad, era dirigido por militares británicos.
Huang Chih King, empresario que reside en Taiwan y fue presidente de la filial en la isla de la automotora Ford, fue designado en el cargo por su experiencia y sus contactos en China, donde nació.
Las buenas relaciones con Beijing fueron esenciales en el caso del Jockey Club, pero otras organizaciones han designado a funcionarios de Hong Kong o de China en sus más altos cargos para asegurarse poder de influencia luego de la entrega, el 1 de julio.
Las empresas de la colonia están reemplazando sus socios británicos con chinos, en algunos casos en medio de la gran oposición de sus actuales direcciones.
Las asociaciones profesionales, por su parte, se distancian de las organizaciones británicas que examinan, registran y otorgan la licencia a sus integrantes.
La Sociedad de Contadores de Hong Kong está dedicada a elaborar sus propios exámenes para tomar distancia de la Asociación de Contadores Públicos Certificados Británicos.
La amplia mayoría del Real Instituto de Aseguradores de Gran Bretaña aprobó hace seis meses la disolución de su rama en Hong Kong, lo que dejó en plena libertad al Instituto de Aseguradores local.
Las organizaciones de arquitectos, ingenieros, médicos y abogados cortan sus vínculos con las asociaciones metropolitanas en Londres y establecieron sus propias autoridades chinas el año pasado.
La mayoría de los profesionales sienten que los cambios son inevitables, pero algunos lamentan la pérdida de valor de sus títulos en el extranjero, en especial en Europa, donde las acreditaciones británicas son ampliamente aceptadas pero las de Hong Kong son relativamente desconocidas.
Los cambios se producen abrupta y rápidamente en las juntas directivas de las empresas, que eligen jerarcas chinos o extranjeros con conocimiento de los humores de Beijing.
En tanto, más de 150 organizaciones de caridad, clubes sociales y grupos cívicos buscan mecenas chinos. El propio gobernador británico, Chris Patten, patrocina actualmente 94 de estas asociaciones.
La rama de la organización de caridad británica Fundación Salven los Niños, cuya mecenas en Londres es la reina Isabel II, cesará a Patten y pondrá en su lugar a su designado sucesor chino, el empresario Tung Chi Hwa.
Otros no consideran aún los reemplazos. "Debemos comenzar a pensar en eso. Pero es de mala educación invitar un mecenas nuevo antes de que el actual renuncie", dijo Nelly Fung, directora de la Sociedad para la Promoción de Hospicios, cuya patrocinante es Lavendar Patten, esposa del gobernador británico.
Hasta ahora, el futuro gobernador Tung recibió apenas 10 invitaciones para que encabece otras tantas organizaciones, pero su vocera, Elin Wong, afirmó que no aceptará ninguna hasta el 30 de junio, cuando el actual gobernador y su familia abandonen Hong Kong en compañía del príncipe Carlos.
Algunos grupos sienten que el mecenazgo de Tung los protegerá de la interferencia de Beijing.
La filial en Hong Kong de la Real Legión Británica se acercará al futuro gobernador pues él "tiene en su corazón el interés de todos", según su secretario, Jack Edwards. Sin embargo, el grupo mantendrá la palabra "real" en su nombre hasta la entrega del enclave a China, y luego "verá qué sucede".
El Club de Golf, al igual que el Jockey Club, retiró el término "real" de su nombre, y la Real Policía de Hong Kong lo hará el 1 de julio.
Pero el Real Club de Yacht aprobó mantener, por el momento, esa palabra, si bien invitará al presidente de China, Jiang Zemin, a reemplazar a la reina en el mecenazgo. El cambio no tiene una motivación política, sino que es considerado un "acto de cortesía", según el comodoro David Kong.
El legislador pro-Beijing David Chu considera que se está sobrevalorando la cuestión de los mecenazgos y confía en que el gobierno de China no discriminará entre las organizaciones que mantienen "títulos reales".
"Cuando elegimos una mecenas, consideramos de qué modo podrá llevar nuestras preocupaciones en el gobierno y atraer fondos", dijo Pricilla Lui, directora de Contra el Abuso de Niños, cuya actual patrocinante es Lavender Patten.
La mayoría de los grupos que contaban con el gobernador Patten como mecenas pedirán a Tung que lo subrogue. Esto es algo que va más allá de la política, pues se trata de "una búsqueda de prestigio", dijo Con Conway, vicepresidente de la Federación de Deportes Amateur.
Porque lo que cambia entre las organizaciones de Hong Kong no son sus objetivos, sino quien se sienta en el sillón. (FIN/IPS/tra- en/ys/js/mj/ip/97