Un nuevo brote de violencia en la capital de Haití dejó la última semana siete policías muertos, cinco de los cuales fallecieron en un período de 24 horas, según fuentes de la Policía Nacional Haitiana (PNH).
Los detalles de los asesinatos no fueron aclarados, aunque fuentes policiales sugirieron que los responsables serían pandillas criminales.
Funcionarios policiales se negaron a realizar comentarios oficiales, supuestamente para mantener la moral dentro de la fuerza, y la información sobre los hechos fue transmitida a través de la Misión de Apoyo de las Naciones Unidas en Haití.
Desde el 26 de febrero se produjeron más de 35 asesinatos en Puerto Príncipe. El senador Mehu Melius Garçon, del Parti Louvri Barye, que integra la coalición gobernante del Movimiento Lavalas, fue asesinado el martes junto a su chofer.
El hecho desencadenó fuertes protestas en Cap-Haitien, la segunda mayor ciudad de Haití, situada 252 kilómetros al norte de la capital. Se encendieron barricadas junto a importantes rutas, y un auto propiedad de Georget Vincent, vicario general de la arquidiócesis local, fue apedreado e incendiado.
Los manifestantes también apedrearon a otro funcionario religioso, Perrard Lamartiniere.
La tarde anterior, una persona fue asesinada y otras tres heridas en la ciudad de Lory, 12 kilómetros al suroeste de Cap- Haitien. Un periodista de una radio local confirmó que en la última semana se produjo en esa región un incremento de actos violentos.
El presidente René Préval prometió tomar medidas inmediatamente para detener la ola de violencia y aseguró que los responsables serán duramente sancionados. El martes hubo reuniones de gobierno todo el día para encontrar una solución a la crisis.
La Misión Civil de Observación de la OEA (Organización de Estados Americanos) y la ONU (Organización de las Naciones Unidas) expresó su preocupación por la reaparición del crimen y la violencia mortal en Haití, en un comunicado emitido a mediados de esta semana.
La declaración elogió a la policía haitiana por mantener su profesionalismo ante la creciente violencia. Hasta ahora, unas 15 personas fueron detenidas por los asesinatos ocurridos en el asentamiento precario de Cité Soleil, justo al norte de la capital, hace dos semanas. Entre los detenidos figuran varios líderes de pandillas.
La Misión propuso en su declaración que la policía detenga a todos los individuos sospechosos y realice un profundo seguimiento de todas las investigaciones, en un esfuerzo por poner fin definitivamente a las actividades pandilleras manteniendo las garantías judiciales.
El comunicado citó declaraciones realizadas por ciertos funcionarios designados, quienes prometieron hacer todo lo que esté a su alcance para contrarrestar la violencia y velar por la seguridad pública.
Así mismo, la Misión solicitó especialmente a la ciudadanía que ayude a la policía y al sistema judicial en sus esfuerzos por proteger la vida y la propiedad de los ciudadanos. (FIN/IPS/tra-en/imc/pz/ml/ip/97