ESTADOS UNIDOS: Aumentaron casos de muerte de mujeres con sida

Cada vez mueren más mujeres con sida en Estados Unidos, mientras muchos portadores del VIH, en especial los más pobres, continúan en situación de alto riesgo a pesar de la fuerte caída de la mortalidad relacionada con el síndrome.

El Centro de Control y Prevención de Enfermedades de Atlanta (CDC) informó la semana pasada que las muertes atribuidas al sida (síndrome de inmunodeficiencia adquirida) en Estados Unidos fueron, en el primer semestre de 1996, 22.000, cifra 12 por ciento menor a la registrada en el mismo período de 1995.

La caída se registró en todos los grupos raciales y étnicos y en todas las regiones del país y también en el estado asociado de Puerto Rico, según el CDC. La mortalidad se redujo 30 por ciento en el estado de Nueva York, según el estudio.

"Las personas con sida viven más y los médicos capitalizan las nuevas y mejores fórmulas paliativas de la enfermedad", dijo Michael Isbell, director ejecutivo del mayor grupo de acción contra la enfermedad del país, Crisis Sanitaria Homosexual Masculina.

Sin embargo, Isbell alertó que la menor cantidad de muertes no apartó a muchos grupos sociales gravemente afectados por el sida del estado de riesgo extremo.

"Desafortunadamente, la mortalidad vinculada con el VIH (virus de inmunodeficiencia humana, relacionado con el sida) continúa creciendo en ciertas poblaciones, en particular de mujeres y minorías étnicas", sostuvo.

La muerte con sida entre hombres cayó 15 por ciento, pero entre mujeres, que el año pasado comprendieron 20 por ciento del total de decesos, aumentó tres por ciento si se compara el primer semestre de 1995 con el de 1996.

El CDC también estimó que el desarrollo del síndrome desde la infección con VIH es siete veces mayor entre los negros estadounidenses y tres veces mayor entre los hispanos respecto del que se registra entre los blancos.

"Las personas sin techo y los negros pobres son los que morirán" si contraen el VIH, dijo Keith Cylar, codirector ejecutivo de Trabajo de Vivienda, grupo de Nueva York que brinda apoyo a indigentes con sida.

"Aún tenemos en nuestras manos una gran epidemia que se agravará y todavía es 100 por ciento fatal", afirmó Chilar.

Los nuevos tratamientos médicos, muchos de ellos desarrollados después de los períodos considerados por el informe del CDC, pueden permitir a los portadores de VIH vivir más tiempo y en mejores condiciones, pero no revierten la infección ni curan el síndrome.

Las nuevas medicinas, entre ellas los inhibidores de proteasa (que bloquean la duplicación de la estructura genética del VIH e impiden el perjuicio al sistema inmunológico) son aún demasiado caras para la mayoría de los entre 600.000 y 900.000 portadores estadounidenses del virus.

Eso implica un aumento de la población de portadores que viven más tiempo del que esperaban, mientras las autoridades sanitarias aún no decidieron si los últimos tratamientos estarán disponibles para todos quienes los necesitan.

"La demanda de atención sanitaria y servicios de respaldo aumentará a medida que crece la población de portadores del VIH. La capacidad de Estados Unidos de mantener las últimas buenas noticias dependerá de su voluntad de invertir en programas que aseguren el acceso a los servicios", dijo Isbell.

A medida que las infecciones de VIH van en aumento entre pobres, negros e hispanos, la cuestión es, según Cylar, "dónde se trazará la línea" entre quiénes recibirán tratamiento y quiénes no.

El activista se manifestó preocupado por la posibilidad de que los más desposeídos entre los portadores sean dejados de lado a la hora de disponer el destino de los tratamientos caros.

El estado de Nueva York logró reducir 30 por ciento las muertes con sida mediante el pago íntegro de los mejores tratamientos con fondos públicos, mecanismo que imitaron muchas otras grandes ciudades.

El estudio del CDC no resultó influido por los nuevos medicamentos, que fueron desarrollados en los últimos meses. La caída de la mortalidad se debe, según los expertos, a la detección temprana del VIH entre miembros de las poblaciones que corren más riesgo, a iniciativa de ellos mismos.

"Muchas minorías reciben mejor educación sobre VIH y sida, lo que lleva a sus integrantes a someterse al análisis", explicó una funcionaria. De ese modo, comienzan a recibir el tratamiento cuando el impacto sobre el sistema inmunológico es mínimo.

Las mejoras educativas, el análisis precoz y los tratamientos no lograron, de todos modos, reducir la incidencia en la mortalidad de acuerdo con las vías de transmisión del VIH. Las muertes son cada vez mayores entre quienes contraen el virus por contacto sexual heterosexual o uso de drogas endovenosas.

Las muertes de personas que desarrollaron el sida en todo el mundo llegaron a su mayor nivel el año pasado, cuando se registraron 1,5 millones, la cuarta parte del total de decesos desde que comenzó la pandemia a principios de la década del 80.

El presidente de Estados Unidos, Bill Clinton, afirmó que el país "comienza a cosechar los resultados de la sostenida inversión en investigación, prevención y cuidado", aunque la epidemia "no ha acabado". (FIN/IPS/tra-en/fah/yjc/mj/he/97

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