ESPAÑA: El olivar, entre terratenientes, subsidios y fraudes

El tradicional cultivo español del olivar y sus industrias derivadas se debaten entre el poder de los grandes terratenientes, los subsidios de la Unión Europea (UE) a los productores y los fraudes en la gestión de esas ayudas.

El comisario (ministro) de Agricultura de la UE Franz Fischler propuso una reforma del sistema de subsidios, que es resistida por España.

Para darle un carácter de estado a esa resistencia, Fischler, que inició este lunes una visita de dos días a España, fue recibido este lunes por el rey Juan Carlos.

La visita incluye reuniones con todos los sectores afectados por la reforma proyectada.

La UE subsidia la producción y el consumo de aceite de oliva, un sector con gran desarrollo en España, Italia, Grecia, Portugal y Francia, por ese orden.

España, con 2.156.000 hectáreas dedicadas a ese cultivo, es el líder mundial, con una producción que representa 31 por ciento del total.

Fischler propone reemplazar el subsidio a la producción y el consumo por uno destinado al árbol.

Si se aprobase su plan, los subsidios se concretarían en una suma a determinar por cada árbol.

Para combatir el fraude, "es más fácil contar árboles que aceite", sostiene el comisario.

En España el problema preocupa, porque hay medio millón de productores y, tras varios años de estímulos, una tendencia a aumentar la producción por hectárea y también a incrementar el número de árboles plantados.

Si se optase por subsidiar en función de la cantidad de árboles se fomentará el desempleo, ya que los grandes terratenientes preferirán cobrar las ayudas y no complicarse la vida con la producción, sostiene la ministra de Agricultura, Loyola de Palacio, del gobernante Partido Popular (PP).

Pero el PP no está sólo, ya que la misma posición fue manifestada por todos los partidos de la oposición, entre ellos el Partido Socialista Obrero Español (PSOE).

Precisamente el socialista Paulino Plata, consejero (ministro) de Agricultura de la provincia de Andalucía, la mayor productora de España, anotó los problemas que acarrearía el plan Fischler.

"El subsidio por árbol será negativo, porque fomentará la pasividad de los productores, la pérdida de puestos de trabajo y una baja en la calidad del aceite, lo que afectará a los consumidores", dijo Plata.

Un agricultor, participante en una manifestación frente al Ministerio de Agricultura, comentó con ironía la propuesta de Fischler.

"Si en la guerra del Golfo los iraquíes engañaron a los satélites aliados con tanques de plástico que les vendieron los italianos, se puede prever que habrá árboles de olivos también de plástico", indicó.

El matutino madrileño El Mundo informó este lunes que la reina de Inglaterra es la más favorecida por los subsidios agrícolas de la Unión Europea, al ser una de las mayores terratenientes de España.

Pero no sólo la aristocracia se beneficia de esas ayudas. También el ex banquero Mario Conde, condenado por la justicia española por falsificación de documentos, hizo plantar 100.000 olivos en sus tierras y tendrá subsidios, sea por el sistema del árbol, sea por la producción.

En cuanto al fraude, un informe de la Unidad de Lucha contra el Fraude de la Comisión Europea, señala que representó el dos por ciento del total del dinero repartido en la UE. Del total defraudado, 90 por ciento se verificó en Italia, con 700 casos, seguida de Grecia con 318 y España con sólo 75 casos.

Otro punto de debate se refiere a la cantidad de árboles y al futuro del mercado del aceite de oliva.

Fischler dice que en España hay 166 millones de olivos y que se prevé entren en producción otros 70 millones, de los cuales, sostiene, sobran la mitad.

El Ministerio de Agricultura afirma que ha contado 215,2 millones de árboles y subraya que no existe un catastro oleícola fiable en la mayor parte de la Unión Europea.

Según el Consejo Oleícola Internacional, que representa a los productores, la previsión de consumo en España para el año 2000 es de 480.000 toneladas, la mitad de la estimada.

Los subsidios son considerados importantes tanto para aumentar el consumo interno como para la exportación, aunque ésta se dirige sólo a mercados y sectores de alto poder de consumo, ya que el precio del aceote de oliva es sensiblemente superior al de otros aceites vegetales.

Fischler recorrerá más de 200 kilómetros en dos días, siempre con Loyola de Palacio a su lado, para ver de cerca todos los subsectores del olivar español. Después, deberá decir si mantiene su plan o si lo cambia.

Los olivareros, de Jaén y de otras regiones, estarán a la espera, con la amenaza de volver a protestar a la capital europea, Bruselas, si sus demandas no son tenidas en cuenta. (FIN/IPS/td/dg/if/97

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