EE.UU.: Nueva legislación prevé expulsión masiva de inmigrantes

La nueva ley de inmigración que Estados Unidos aplicará a partir del 1 de abril reactivará la xenofobia y la persecución contra la población de origen hispano y generará problemas económicos, advirtieron diputados y organizaciones humanitarias de México.

Los parlamentarios pidieron al gobierno de Ernesto Zedillo que negocie con Washington la suspensión de las disposiciones, que endurecen en Estados Unidos los controles migratorios, facilitan la expulsión de extranjeros y alientan la vigilancia en las fronteras,

"Con la nueva ley esperamos la deportación masiva de mexicanos", dijo a IPS el diputado Cuauhtémoc Sandoval, del opositor Partido de la Revolución Democrática (PRD), que este lunes propuso al Congreso pedir al gobierno mayor atención sobre el tema.

Tras un corto debate, los representantes de todos los partidos señalaron los "peligros" de la norma y exigieron que sea analizada en ocasión de la visita del presidente estadounidense a México, que fue postergada de abril a mayo, según información oficial.

Sandoval explicó que la nueva ley contempla el empleo de sofisticado equipo, como aparatos de detección nocturna, sensores y vehículos especiales, para detener a inmigrantes en las fronteras.

También faculta a autoridades federales y de los estados a solicitar documentación de identidad en cualquier momento y lugar a toda persona que supongan de origen extranjero, y ordena la deportación inmediata de los ilegales, con la advertencia de que serán sometidos a proceso judicial y obligados al pago de altas multas en caso de reincidencia.

En forma paralela a la aplicación de la ley, Washington destinará 1.000 nuevos agentes por año a la vigilancia de los 3.200 kilómetros de frontera con México y será extendida la red de muros que separan a los dos países, socios en el Tratado de Libre Comercio de América del Norte.

Alrededor de un millón de latinoamericanos por año, especialmente mexicanos, intentan cruzar la frontera de México con Estados Unidos y la aventura cuesta a muchos la vida. Quienes logran ingresar deben aceptar trabajos mal remunerados, sin ninguna protección legal.

Grupos humanitarios calcularon que 200.000 mexicanos podrían ser deportados de Estados Unidos en menos de un año, en caso de aplicarse efectivamente la ley.

Esa expulsión masiva originaría problemas de mano de obra en los campos del sur de Estados Unidos y reduciría el flujo de remesas familiares a México, con el riesgo consiguiente del aumento del desempleo, advirtieron las fuentes.

Funcionarios de Estados Unidos y México se reúnen periódicamente para abordar la cuestión de los migrantes, pero Washington adopta continuamente medidas unilaterales que ubican el problema en el ámbito penal, señaló el Colegio de la Frontera Norte, una institución académica mexicana dedicada a analizar el tema.

Para el diputado Rodrigo Robledo, del opositor Partido Acción Nacional (PAN), la ley de Inmigración Ilegal y Responsabilidad de los Inmigrantes de Estados Unidos "es violatoria de los derechos humanos de los trabajadores migratorios universalmente aceptados y de los propios principios constitucionales estadounidenses".

Estudios independientes indican que los residentes de origen mexicano representan siete por ciento de la población de Estados Unidos. Hacia el 2050, la proporción aumentaría a 20 por ciento.

"Con su nuevo plan, Washington intenta señalar como criminales a las personas que cruzan la frontera, haciendo caso omiso de que se trata de trabajadores que van en busca de ingresos o de mujeres en busca de familias", expresó Luis Pérez, director del Centro de Información y Estudios Migratorios de Tijuana.

Los mexicanos que ingresan en Estados Unidos, en su mayoría de 18 a 35 años, lo hacen atraidos por salarios entre nueve y 100 veces más altos que en su país.

El discurso antiinmigratorio de políticos de Estados Unidos sostiene que su gobierno gasta 1.000 millones de dólares anuales en dar educación, salud y servicios a los indocumentados. Además, argumentan que la presencia de extranjeros atenta contra la cultura estadounidense.

"Nos están invadiendo, los valores que dieron alma y patria a la nación norteamericana están amenazados. Debemos defendernos y si es preciso construir un muro a largo de toda la frontera con México, o incluso movilizar a la Guardia Nacional", dijo hace menos de un año Pat Buchanan, que fue aspirante a la candidatura republicana a la Presidencia.

Washington deportó en 1996 a 1,6 millones de mexicanos indocumentados, la mayor cifra en los últimos siete años.

En Estados Unidos, los inmigrantes trabajan como mano de obra barata, lo que disminuye el costo de producción, especialmente en el sector agrícola, y pagan por diversos impuestos unos 7.000 millones de dólares anuales. (FIN/IPS/dc/ff/pr ip/97)

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