EE.UU.: Indígenas podrían ser expulsados por disputa territorial

Una disputa legal por territorios indígenas en Arizona, Estados Unidos, podría llevar a que una tribu expulse de las tierras que ocupan a 3.000 miembros de otra.

Las familias de los dinehs -integrantes de la nación de los navajos-, podrían ser desalojadas en la medianoche del lunes 31 debido una decisión judicial que otorgó la propiedad de su tierra a la tribu de los hopis.

Los dineh rechazaron un acuerdo legal que les permitiría arrendar la tierra durante los próximos 75 años o aceptar que les compren sus terrenos. El rechazo significa que podrían ser expulsados la próxima semana.

"Se nos dice que tenemos que firmar el acuerdo de arrendamiento por 75 años, con la pérdida de nuestros derechos civiles, constitucionales y religiosos, o seremos desalojados por las autoridades hopis y estadounidenses", declaró Roberta Blackgoat, presidenta de la nación soberana de los dinehs.

Blackgoat afirma que los dinehs no aceptarán ninguna de las dos opciones. "Queremos habitar nuestra tierra pacíficamente, como lo hicimos durante siglos".

La propuesta surgió luego de años de disputas desde que el Congreso de Estados Unidos distribuyó más de un millón de hectáreas entre los hopis y los navajos en 1974.

Marsha Monestersky, consultora al servicio de los dineh, advirtió que 3.000 personas de 45 comunidades podrían ser afectadas por la decisión. Es el último golpe para los derechos de los dinehs, añadió.

Desde 1974, 12.000 dinehs fueron reubicados en tierras que el Congreso declaró propiedad de los hopis. Monestersky agrega que más personas podrían ser desalojadas por el interés que varias compañías estadounidenses tienen en la riqueza carbonífera de sus tierras.

Señala que una mina de carbón ya se encuentra en el territorio de los dinehs. Las compañías mineras disminuyen las reservas de agua subterráneas de la zona para obtener energía para transportar el carbón.

Otros residentes se quejan del daño que la actividad minera inflige a las plantas y medicinas tradicionales utilizadas por los ancianos.

Monestersky sostiene que los hopis estaban dispuestos a negociar la concesión de los derechos de minería, lo que condujo a que el gobierno de Estados Unidos los favoreciera en la disputa por la tierra.

"Gran parte del problema radica en que los Consejos Tribales (creados por el gobierno para mediar en las disputas indígenas) reciben ingresos del carbón", agrega.

"Sólo cuando el gobierno de Estados Unidos creó los Consejos Tribales para poder explotar con mayor facilidad el mineral subterráneo, fue que surgió la disputa actual", afirma Blackgoat.

Los líderes hopis sostienen que no existen planes inmediatos de desalojo y que la disputa trata de derechos territoriales y no de concesiones mineras.

La Ley del Acuerdo entre Navajos y Hopis de 1974 estipula que miembros de las dos tribus tendrían que ser reubicados en tierras pertenecientes a la otra tribu. Los hopis concluyeron su reubicación, pero algunos dinehs entablaron demandas judiciales para evitarla.

El año pasado, se les propuso el contrato de arrendamiento durante 75 años. Si no aceptan para el 31 de marzo, podrían solicitar compensación por la reubicación o ser desalojados, explica Kim Secakuku, vocera de los hopis.

Agrega que los dinehs que no acepten el acuerdo serán considerados intrusos, pero que los trámites de desalojo podrían llevar años.

Secakuku culpa a los miembros más radicales de la nación dineh por la disputa y sostiene que 60 por ciento de las familias dinehs ya aceptaron el acuerdo. "Sólo 17 familias lo rechazaron hasta el momento".

"Navajos que no apoyan el acuerdo intimidan a las familias que sí quieren firmarlo", agrega.

Los dinehs sostienen que la intimidación proviene del gobierno de Estados Unidos. "Nuestro peor enemigo es el Departamento de Justicia", afirma Monestersky.

Los líderes dinehs sostienen que, antes que el Congreso decidiera sobre la propuesta de acuerdo el año pasado, los funcionarios judiciales "tergiversaron la situación a propósito", y no revelaron información que demuestra que la zona de reubicación está contaminada por uranio.

Las autoridades del Departamento de Justicia no respondieron a las acusaciones.

Los dinehs intentan concitar el apoyo internacional para su causa. La presidenta de la comisión de derechos humanos de la Unión Europea, Marlene Lenz, advirtió contra "toda reubicación forzosa de los pueblos indígenas".

Representantes de los dinehs se reunirán con las autoridades estadounidenses en Washington la semana próxima para evitar que los indígenas sean considerados intrusos en sus tierras -un destino conocido por muchos indígenas de Estados Unidos. (FIN/IPS/tra-en/fah/yjc/aq-jc/pr/97

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