DROGAS: Negocio se desplaza a países más adecuados al lavado

Colombia se reveló un buen sitio para producción y exportación de drogas, pero demasiado chico como "lavandería" para sus enormes utilidades, por eso el centro del negocio se desplazaría pronto a otros países .

Brasil es la probable plaza del futuro, evaluó el economista Francisco Thoumi, ex director del Centro de Estudios Internacionales de la Universidad de Los Andes de Bogotá, hoy en el Centro Woodrow Wilson de Washington.

Las ganancias son enormes para los dueños del tráfico, ya que un kilograma de cocaína, cuyo precio en la región productora es de unos 1.500 dólares, se vende entre 15.000 y 18.000 dólares en Miami, Nueva Orleans y otras ciudades estadounidenses, dijo Thoumi a IPS.

En Europa cuesta cerca de 25.000 dólares, pero está bajando, siguiendo una tendencia histórica. Hace 15 años costaba entre 55.000 y 60.000 dólares, dijo el economista, quien vino a Río de Janeiro a participar en un seminario sobre violencia urbana de domingo a martes.

No se puede, "ni es importante", precisar la suma que ingresa a Colombia u otros países exportadores, porque son cosas ocultas y sólo una pequeña parte de esas utilidades son traidas al país de origen. De todas formas son cifras demasiado grandes en comparación con las inversiones privadas legales.

Colombia apareció como el "mejor sitio" para el desarrollo del narcotráfico porque tiene un poder político descentralizado, con partidos no ideológicos y sin autoritarismo interno, y por tanto mucha autonomía local, explicó Thoumi.

El país es un "ente geográfico, no una nación", donde prácticamente no hay presencia del gobierno central en los departamentos, siendo así un campo fértil para negocios ilegales, con redes de apoyo local y la corrupción favorecida por los altos ingresos, añadió.

Pero lavar sumas elevadas, de miles de millones de dólares, "sólo es posible con la corrupción al nivel más alto", observó el economista. Son cifras comparables a la formación bruta de capital de todo el país, que era de 2.800 millones de dólares en los años 80 y ahora debe superar 3.500 millones.

Por razones opuestas, Thoumi cree que "no durará mucho" el auge del negocio en México. Además de la cercanía y la presión de Estados Unidos, el sistema político mexicano, extremadamente centralizado, hace que "el soborno llegue pronto a la cumbre", lo que constituye un riesgo insostenible.

Por eso, Brasil surge como candidato fuerte.

"Lavar 3.000 millones" es imposible en Colombia, pero "casi nada" en la mayor economía latinoamericana, con alto grado de informalidad, argumentó el economista.

La producción sólo tuvo importancia inicial en el negocio de las drogas, pronto controlada por los contrabandistas que dominan el acceso al mayor mercado, Estados Unidos. Colombia, y luego México, superaron así a Perú y Bolivia, grandes productores de coca.

Pero el acúmulo y crecimiento de utilidades hace cada día más importante el lavado del dinero obtenido.

La tendencia es el desplazamiento y la descentralización de las actividades. Una mayor represión sobre el narcotráfico en Colombia aumenta la posibilidad de su traslado a Brasil y la división en mayor número de pequeños grupos de traficantes dentro del própio país, previó Thoumi.

También la producción puede mudarse con relativa rapidez. Un ejemplo es la marihuana, la más generalizada, con 9,8 millones de consumidores en Estados Unidos, según el informe divulgado el lunes pasado por la Junta Internacional de Fiscalización de Estupefacientes (JIFE), de las Naciones Unidas.

Hace algunas décadas, Colombia fue gran productora y exportadora de marihuana, pero hoy ya es producida en abundancia dentro de Estados Unidos, dispensando el tráfico internacional, dijo a IPS Rodrigo Guerrero, ex alcalde de la ciudad colombia de Cali y actual asesor de la Organización Panamericana de Salud.

El gran negocio de América Latina pasó a ser la cocaína. El informe de JIFE indica a Colombia como el país en que más se aprehendió esa droga: 56 toneladas o 52 por ciento del total, en el año pasado.

Le siguen Perú, con 31,5 toneladas, México con 20,5 y Bolivia, con 12,1 toneladas. Brasil está lejos, con 3,09 toneladas, y se confirma a Estados Unidos como el mayor mercado con 1,45 millones de consumidores de cocaína.

Para un combate efectivo a las drogas, Thoumi considera indispensable responder a cuestiones correctas, como el por qué se consume tanto ahora y antes no, y aseguró que el control tiene que partir de la propia sociedad civil, de la propia comunidad.

Otro factor negativo en esa cuestión global es la tendencia actual de imponer internacionalmente "políticas de alto contenido cultural interno, que reflejan valores nacionales", como hace Estados Unidos.

Sin la guerra fría "el mundo encogió" y se estableció el "imperialismo de políticas de base cultural local", que afectan la búsqueda de soluciones no sólo en el tema de las drogas, concluyó Thoumi. (FIN/IPS/mo/ag/ip/97

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