DESARME: Gran Bretaña se opone a restricción en venta de armas

Una coalición de organizaciones no gubernamentales (ONG) británicas decidió promover la aprobación de un código de conducta para la exportación de armas convencionales, que podría prohibir su venta a países con malos antecedentes en materia de derechos humanos.

El código, elaborado por Saferworld, el Consejo de Seguridad Británico-Estadounidense y el Movimiento de Desarrollo Mundial (WDM), se basa en ocho criterios para la exportación de armas acordados por el Consejo de Ministros de la Unión Europea en 1992.

El objetivo del código es que la venta de armas convencionales tome en cuenta tres elementos: la situación de seguridad interna y regional, las consecuencias de la venta para la economía del comprador, y sus antecedentes en materia de derechos humanos.

Holanda, Alemania, Suecia, Austria e Irlanda apoyan una "interpretación restrictiva" de los ocho principios, o sea un conjunto de reglas comunes y ejecutables que gobiernen la venta de armas.

Pero Gran Bretaña, que respalda los criterios, no apoyará la imposición de las reglas.

"En principio, el gobierno apoya el cumplimiento de acuerdos sobre el control de armas convencionales", expresó un vocero de la cancillería británica. Pero "no todos los países tienen sistemas de exportación por autorización y les resultaría difícil aceptarlos".

El canciller David Davis declaró el día 4 ante la audiencia del Comité del Ministerio de Relaciones Exteriores sobre Control de Armas que la exportación de armas requiere "una serie de consideraciones".

"Por un lado, un país podría tener legítimas necesidades de defensa, y por el otro, podría tener un serio problema con los derechos humanos a nivel nacional. Dichas decisiones no son responsabilidad de la Unión Europea", sostuvo.

Los argumentos de Davis no convencen a las ONG que abogan por la adopción del código de conducta.

"Gran Bretaña complica el tema porque cree que una interpretación obligatoria de los criterios existentes para las exportaciones de armas convencionales limitará las posibilidades comerciales", sostuvo el director de WDM, Barry Coates.

La ausencia de restricciones legales obligatorias podría conducir a que los países europeos interpreten los criterios existentes para adaptarlos a sus propios intereses comerciales.

"Alemania y Portugal, por ejemplo, se niegan a vender armas a Indonesia por la situación de sus derechos humanos, pero Gran Bretaña está dispuesta a hacerlo", dijo Coates.

En lo que se considera un caso de prueba, WDM exige que la Dirección de Comercio británica descarte la venta prevista de carros de transporte blindados y cañones de agua a Indonesia porque serían utilizados para la represión política.

"La exportación de armas a regímenes represores como Indonesia es incompatible con las normas del gobierno, los principios de la UE y con las restricciones previstas en el Código de Conducta", arguyó Coates.

Gran Bretaña piensa que un código europeo "duplicará los arreglos existentes" y que sería más apropiado discutirlo en las Naciones Unidas.

Un acuerdo entre 33 países, llamado "Convenio de Wassenaar sobre el Control de Exportaciones de Armas Convencionales y Productos y Tecnologías de Doble Uso", entró en vigor el año pasado.

Este año se espera que la Asamblea General de la ONU reciba un proyecto de Código de Conducta internacional sobre la venta de armas, con el respaldo del premio Nobel de la Paz Oscar Arias.

Mike Gapes, del Partido Laborista, indicó que el gobierno conservador justificó la venta de armas a regímenes represores porque si Gran Bretaña no lo hacía, otro país lo haría. Pero la cancillería negó la versión.

Algunos analistas vinculan la posición británica respecto al código de conducta obligatorio con que Estados Unidos, el mayor productor mundial de armas, no está sujeto a dicha obligación.

Gran Bretaña es el segundo exportador de armas en el mundo, con 25 por ciento del mercado, seguido por Rusia. La mayor región importadora de armas es el Medio Oriente y Arabia Saudita es el mayor importador individual.

La coalición de ONG que respalda el código de conducta exige una acción conjunta de Estados Unidos y la Unión Europea, dado que conforman 80 por ciento de la venta mundial de armas.

El Congreso de Estados Unidos analizará en abril un código de conducta que prohibirá la venta de armas en regiones conflictivas a países que no integren el Registro de las Naciones Unidas sobre Armas Convencionales o que tengan malos antecedentes en materia de derechos humanos.

A nivel nacional, el gobierno conservador de Gran Bretaña parece estar cada vez más aislado en su negativa a respaldar el código europeo de conducta antes de las elecciones generales previstas este año.

La idea recibe el apoyo de los partidos de la oposición, los sindicatos y las ONG. El Partido Laborista prometió apoyar al código como parte de una promesa de "comercio de armas responsable" ante el electorado. (FIN/IPS/tra-en/dm/dds/rj/aq-jc/hd-ip/97

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