La cumbre entre el presidente estadounidense Bill Clinton y el ruso Boris Yeltsin concluyó hoy en esta capital sin acercamiento alguno en el tema de la expansión de la OTAN, pero con un acuerdo para preservar los tratados de control de armas de los años 80.
Los preparativos para la 11 cumbre Clinton y Yeltsin, iniciada el jueves, se caracterizaron por temores a que el desacuerdo sobre la ampliación de la OTAN a repúblicas ex soviéticas resultara en un incumplimiento de los tratados de desarme.
Pero finalmente ambos presidentes acordaron una serie de concesiones destinadas a volver Start II, el pacto de reducción de armas nucleares estratégicas, más aceptable para el parlamento ruso, que hasta ahora se negó a ratificarlo.
Las concesiones, que proponen el desmantelamiento de cabezas nucleares, misiles y silos, necesitarán también el respaldo del Congreso estadounidense.
Estados Unidos pretende saltearse el proceso de ratificación de Start II impulsando un tratado Start III, que reduciría más el número de misiles nucleares de ambas partes pero fijaría plazos más largos para su desmantelamiento.
Según Start II, ambos países deben reducir sus arsenales nucleares estratégicos a dos tercios de los niveles de la guerra fría -cuando totalizaban 3.500 cabezas nucleares- para el año 2003.
La revisión de la agenda realizada en Helsinki daría a Rusia más tiempo para destruir sus silos sin afectar el plazo del 1 de enero del 2003.
Moscú lucha por conseguir los fondos necesarios para un desmantelamiento seguro de sus misiles, pero Washington no está dispuesto a contribuir a financiar el proceso.
Start II, firmado en enero de 1993 por el entonces presidente de Estados Unidos, George Bush, fue ratificado por el Senado de ese país el año pasado, pero encontró la oposición de nacionalistas y comunistas en la Duma o cámara baja del parlamento ruso.
Finalmente, los actuales mandatarios acordaron dar a Rusia un año extra para destruir las cabezas nucleares y extender el plazo para la destrucción de los silos al año 2007, fecha proyectada para la implementación de un futuro tratado Start III.
Start III ampliaría la reducción de las cabezas nucleares a 80 por ciento de los niveles de 1992, frente a los dos tercios requeridos por Start II, subrayó Clinton este viernes.
Sin embargo, ambas partes deberán obtener el apoyo de sus respectivos parlamentos. Yeltsin ya expresó a la prensa su confianza en que la Duma tomará una decisión basada en su propia recomendación. (FIN/IPS/tra-en/ms/ia/mom/rj/ml/ip/97
