La flamante Comisión de Esclarecimiento Histórico, que deberá investigar los crímenes cometidos en Guatemala durante los 36 años de conflicto armado interno, nació minusválida, al no poder nombrar a los responsables de esos actos, que tampoco recibirán castigo.
La Comisión, integrada el sábado, estará a cargo del experto en derechos humanos de Naciones Unidas Christian Tomuschat y de dos ciudadanos guatemaltecos, la licenciada en Pedagogía Otilia Lux Cotí, en representación del os indígenas, y el abogado Alfredo Balsells por las universidades y profesionales.
Tomuschat, un profesor de origen alemán, experto independiente en materia de derechos humanos para Guatemala entre 1990 y 1993, presentó también al español Fernando Castañón, funcionario de Naciones Unidas con experiencia en temas legales que asesorará la estructuración de la Comisión.
El organismo comenzará "a trabajar en forma dentro de dos meses", plazo que tiene para su organización y "óptimo funcionamiento", según dijo Tomuschat, y operará al menos durante un semestre, con opción de continuar actuando por otro período de igual duración.
Según dijo a IPS Amílcar Méndez, activista de derechos humanos y diputado del izquierdista Frente Democrático Nueva Guatemala (FDNG), dijo a IPS, se debe partir de la base que el Acuerdo de Esclarecimiento Histórico de las Violaciones a los Derechos Humanos es el peor de los acuerdos entre gobierno y guerrilla.
La población no va a conocer la verdad, no va a tener respuestas, sólo habrá una recopilación de una serie de hechos sin nombres ni apellidos, opinó .
Méndez dijo respetar a los integrantes de la Comisión, pero opinó que Lux y Balsells no son muy conocidos en el ámbito de la defensa de los derechos humanos.
Se mostró en cambio muy sarisfecho con el nombramiento de Tomuschat, a quien considera idóneo para el cargo.
"Esta Comisión fue una de las piedras más grandes en el camino para que avanzaran las negociaciones, incluso con el nombre hubo problemas. No le pudieron poner Comisión de la Verdad porque sabían que la verdad no se va a conocer" señaló.
El gobierno y la Unidad Revolucionaria Nacional Guatemalteca (URNG), que el 29 de diciembre concluyeron en la firma de la paz tras más de seis años de negociaciones, firmaron el texto que dio nacimiento a la Comisión de Esclarecimiento Histórico en 1994, en el marco del Acuerdo Global sobre Derechos Humanos.
La misión de la Comisión es "informar objetivamente" sobre todas las violaciones a los derechos humanos cometidas por las partes en conflicto durante la guerra y recomendar medidas "para preservar el recuerdo de las víctimas".
A diferencia de otras entidades similares conformadas en Argentina y Sudáfrica, Guatemala no nombrará a los responsables de los crímenes de guerra, por lo que muchos consideran que su trabajo será en vano.
En el caso de Jorge Carpio (político y periodista asesinado en 1993), por ejemplo, "la Comisión solo decidirá si el ejército lo mató, algo que sabe toda Guatemala", dijo la abogada Karen Fischer, nuera del dirigente.
Fischer insistió en que el Ejército seguirá siendo intocable si la Comisión insiste en el anonimato de los responsables de los actos de terror.
Guatemala presenta uno de los peores historiales de América Latina en violaciones a derechos humanos, especialmente a finales de los años 70 y comienzos de los 80, cuando aldeas indígenas completas fueron arrasadas en el marco de la política contrainsurgente del Ejército.
Por su parte, la líder indígena y premio Nobel de la Paz Rigoberta Menchú, mostró su complacencia por la designación de una indígena quiché en la comisión.
"Su nombramiento es muy importante, porque el sector indígena fue el más afectado por el enfrentamiento armado", indicó.
Sin embargo, según el matutino El Periódico, Lux Cotí aún no ha aceptado el cargo.
El conflicto armado interno en Guatemala, desde sus inicios en 1960 hasta su finalización en 1996, causó más de 150.000 muertos, un millón de desplazados internos y 45.000 refugiados reconocidos, principalmente en México. (FIN/IPS/cz/dg/ip-hd/97
