La escalada de violencia en Colombia coincidió con un llamado de alerta lanzado este lunes por Amnistía Internacional (AI), que pidió a la Comisión de Derechos Humanos de la ONU que preste más atención al caso de este país sudamericano.
Los enfrentamientos entre el ejército y la guerrilla. y las acciones de grupos paramilitares dejaron este fin de semana en Colombia un saldo de al menos 23 muertos, entre ellos 13 civiles.
La situación de los derechos humanos llevó a la Organización de las Naciones Unidas (ONU) a crear en Bogotá la Oficina de un Alto Comisionado, que desde fines de este mes tendrá la misión de recibir quejas, elaborar un informe anual sobre los hechos que se presenten y coordinar las consultas sobre el tema.
José Miguel Vivanco, director ejecutivo de Human Rigts Watch, considera que el deterioro en la situación de los derechos humanos en Colombia se debe en parte a que el gobierno del presidente Ernesto Samper "ha debilitado su compromiso original en ese ámbito".
En el noroccidental departamento de Antioquia hubo dos ataques de presuntos grupos guerrilleros, que dejaron un saldo de 13 personas muertas.
La policía informó que en la localidad de Currulao, las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), la mayor y más antigua organización guerrillera del país, habrían asesinado el domingo a nueve personas y herido a otras seis.
Este lunes, otro grupo atacó a una familia en la localidad de San Pedro de los Milagros, al norte de Medellín, la capital de Antioquia, dando muerte a cuatro personas, y en Montería, capital del norteño departamento de Córdoba, resultaron heridas 15 personas en un ataque con explosivos ocurrido en una cafetería.
El comandante de la policía de la localidad, Gabriel Carrero, atribuyó el ataque a una posible represalia de las FARC contra los grupos de "autodefensa", organizaciones de vecinos creadas por el gobierno en 1996 para apoyar a los cuerpos de seguridad en las áreas de vigilancia y comunicaciones.
Estas agrupaciones han sido cuestionadas por organizaciones de defensa de los derechos humanos, que las asimilan con los grupos paramilitares de derecha que se disputan el control de territorios con la guerrilla.
El ministro de Defensa, Guillermo González, atribuyó la escalada de violencia a una estrategia de la guerrilla orientada a que el ejército salga del estratégico corredor de San Juanito, entre los departamentos de Cundinamarca y Meta.
Según diversos informes, en Colombia se registran anualmente más de 28.000 muertes violentas de las cuales entre 13 y 15 por ciento se deben al conflicto armado y la actividad de los grupos paramilitares de derecha.
Se estima que el número de personas obligadas a abandonar sus regiones de origen se ubicará este año entre 70.000 y 80.000. Según la Conferencia Episcopal, entre 1994 y 1996 se registraron en el país cerca de 600.000 desplazamientos forzados como consecuencia del conflicto armado. (FIN/IPS/yf/ag/ip-hd/97