/DERECHOS HUMANOS/AMERICA CENTRAL: Crisis socio-económica cuestiona democracia

Si no hay respuesta inmediata y efectiva a la pobreza y las desigualdades socio-económicas en América Central, podría haber un vuelta a la época de los golpes, crisis y revoluciones de décadas pasadas, según el sociólogo, escritor y político panameño Raúl Leis.

Leis señaló en entrevista con IPS que la población de la sub región, al igual que el resto del continente, consolidó en los últimos diez años el derecho a la libertad de expresión y a escoger a sus gobernantes.

Sin embargo, pasado ese período de transición, los 30 millones de centroamericanos "aspiran a que se cumpla otro principio muy significativo de la democracia, que es el aspecto retributivo", precisó.

Tras reclamar mayor participación de la sociedad civil en la toma de decisiones que conciernen al Estado, Leis subrayó que "también se necesita resolver el problema económico porque si no, no se sostiene la democracia".

A su juicio, hay empresarios y gente del sector económico que comprenden el problema, pero "la mayoría de ellos no tienen conciencia de ese aspecto retributivo de la democracia".

En los últimos años los Estados, los partidos, políticos y la sociedad civil de América Central se han estado consultando en torno a una agenda de Estado, pero ese espacio no ha pasado de las consultas y la toma de pareceres sobre los programas que están implementando los gobiernos.

No obstante, Leis, quien a inicios de esta década fundó junto al cantante Rubén Blades el centroizquierdista Movimiento "Papa Egoró", afirmó que "las cosas tienen que cambiar" para que no caiga en entredicho la gobernabilidad.

Indicó que hay que pasar a generar gradualmente mecanismos de consulta "que vayan dando paso a mecanismos de decisión, y no sólo de consulta o asesoría", como ha ocurrido hasta ahora en la mayoría de los países de la región.

"En caso contrario -acotó- va a llegar el momento en que los actuales grupos de consulta ya no van a querer ser consultados porque se dan cuenta que es un juego, y entonces se arruina el mecanismo".

Puntualizó que los procesos de transición democrática "ya terminaron" y que por ello se hace necesario que haya un pacto político entre los partidos, por un lado, y un pacto social a nivel de la sociedad y a nivel nacional, por el otro, "para que la región supere su actual crisis de ingobernabilidad".

Explicó que en América Central existe un aparato político que "está montado y que en épocas de elecciones alcanza su momento de auge", pero pasado ese momento "cuando miras hacia abajo la situación socio-económica te va proporcionando dosis de ingobernabilidad desde abajo hacia arriba".

"Es decir que la ciudadanía socio-económica no corresponde a la ciudadania socio-política. Tú votas por un presidente pero éste no te resuelve tu problema reivindicativo. O sea que hay una dificultad para adecuar una democracia sostenible", acotó Leis.

Aunado a ello se está dando el fenómeno de desplazamiento de los políticos profesionales en los cargos de elección popular, como es el caso de Guatemala, El Salvador y Nicaragua, "donde los que están gobernando son los sectores económicos que antes mandaban tras bastidores, pero que no ocupaban cargos públicos".

Esos tres países se vieron sacudidos en décadas pasadas por cruentas insurrecciones populares y guerras civiles que dejaron más de 300.000 muertos, un millón de desplazados, pobreza y profundas heridas en el tejido social y político.

Pese a que en los últimos diez años Guatemala, El Salvador y Nicaragua lograron poner fin a la violencia mediante acuerdos políticos, los mismos no pasaron del cese al fuego y otros aspectos formales de la democracia, como la libertad de expresión y movimiento y la convocatoria a elecciones.

Otros aspectos, como los económicos y sociales que dieron lugar al estallido de los conflictos, "continúan vivos y latentes", y podrían ser causa de nuevas crisis, advirtió Leis.

En ese aspecto, Leis dijo que la situación actual "tiene el agravante de que antes, cuando la gente pasaba hambre se revelaba, y ahora roba y mata, porque hay un proceso de autodestrucción del espacio social".

Un cuarto aspecto del problema posterior a la transición es que "la concertación no es una concertación real", puntualizó Leis, quien también fue fundador y actualmente es directivo del Centro de Estudios y Acción Social, un grupo no gubernamental de reconocida trayectoria en América Latina y el Caribe.

Explicó que pese a las concertaciones que se han dado en los países de la región tras los torneos electorales, las políticas de ajuste económico que implementan luego los gobiernos le hacen perder popularidad rápidamente porque la población generalmente es afectada negativamente por esas políticas.

Luego de señalar que ese es un aspecto muy importante para la gobernabilidad, Leis subrayó que por ello "es imprescindible que haya un proceso de diálogo, de encuentro y de poner las cartas sobre la mesa y apelar a la capacidad de desprendimiento de los que más tienen para que sea posible la democracia". (FIN/IPS/sh/jc/ip-dv-hd/97

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