El gobierno de Costa Rica ordenó hoy la paralización inmediata de las exploraciones mineras que realiza en un sector de la zona norte la transnacional canadiense Placer Dome, acusándola de incumplir normas ambientales.
René Castro, ministro de Ambiente y Energía, dijo que las exploraciones iniciadas el año pasado por Placer Dome en el Cerro Fortuna, en el norteño cantón de San Carlos, han erosionado suelos, contaminado aguas y afectado bosques.
Placer Dome tiene concesiones de exploración en cerca de 30.000 hectáreas en la zona fronteriza con Nicaragua. Hasta ahora sólo ha realizado labores en la concesión de 2.000 hectáreas en el cerro Fortuna.
En ese cerro, la exploración se está realizando en un sector de 100 hectáreas compuestas en 80 por ciento por bosque secundario.
El Ministerio de Ambiente elevó a a la compañía el monto de garantía ambiental en esa concesión, que pasará a 250.000 dólares.
Alvaro Atilano, gerente ambiental de Placer para Costa Rica, se mostró sorprendido por la medida adoptada por el gobierno.
"Creemos que ha habido un mal entendido, una mala interpretación de las regulaciones y creemos que podemos llegar a un acuerdo si nos sentamos a trabajar juntos, pero la comunicación con las dependencias del sector ha sido nula", señaló a IPS.
Manifestó que la empresa está dispuesta a cumplir las normas ambientales, al punto que en 1996 destinó un presupuesto 1,1 millones de dólares a esa área.
La empresa depositará la nueva garantía en el plazo establecido de 15 días, señaló, indicando que cualquier daño causado es reparable.
En las cien hectáreas donde se han hecho las exploraciones se logró determinar un potencial aurífero de 2,2 millones de onzas, precisó.
La mina será construida a un costo de 250 millones de dólares para iniciar la explotación en el año 2000, con una producción diaria de 20 kilos de oro equivalentes a unos 311.000 dólares,
"Será una inversión atractiva para la empresa", admitió Atilano.
El Estado recibirá aproximadamente 11 millones de dólares mensuales en impuestos y cargas sociales. "No es cierto lo que dicen quienes nos critican de que nos llevaremos todo el dinero", destacó el ejecutivo.
Freddy Vargas, coordinador de campañas de la Asociación Ecologista Costarricense, señaló que el caso Placer pone de manifiesto que el gobierno carece de recursos materiales y humanos para asegurar el seguimiento de una actividad tan agresiva ambientalmentecomo la minería.
Las exploraciones mineras en la zona norte, área que conserva el principal remanente de bosque tropical húmedo de América Central, según Vargas, han sido rechazadas también por las comunidades del cantón de San Carlos.
Alrededor de 10.000 personas participaron en una marcha, en septiembre pasado, contra la minería a cielo abierto.
Esta técnica minera es particularmente dañina en zonas tropicales porque conlleva la remoción de la cobertura boscosa, la capa fértil del suelo y la apertura de enormes cráteres. Es muy fuerte la posibilidad de contaminación del agua superficial y subterránea. (FIN/IPS/mso/dg/if-en/97