El ministro de Defensa de Colombia, Guillermo González, está sometido a presión política a sólo dos meses de su designación por haber recibido un cheque de un presunto narcotraficante para su campaña política de 1989.
La Fiscalía investiga la autenticidad del documento, por 3.000 dólares, equivalentes en la actualidad a 15.000, que hace ocho años fue destinado a la financiación de la campaña de González, candidato entonces al parlamento.
González, a quien varios medios de prensa vincularon antes de su nombramiento como titular de Defensa al supuesto narcotraficante Justo Perafán, dijo que el cheque cuestionado fue firmado "aparentemente" por Luis Escobar Callejas, a quien no conoce.
Pero un canal de televisión aseguró que el cheque, número 185630 de la cuenta 0001-0013-073042830-0 del Banco Ganadero, lleva también la firma de Perafán, prófugo de la justicia.
El telenoticiero "QAP" mostró copia del cheque, que habría sido endosado por González y tiene el sello de "cancelado" con fecha del 21 de diciembre de 1989.
El ministro declaró en un comunicado de dos páginas que al conocer la existencia del cheque, informó al presidente Ernesto Samper, a los altos mandos militares y a la Fiscalía, a la que pidió que investigue el caso.
También confirmó su "total disposición" a someter a investigación los actos de su vida pública y privada y el origen de su patrimonio, ya declarada al hacerse cargo el 9 de enero del Ministerio de Defensa.
González admitió poco antes de su designación haber conocido a Perafán, con el que habría tenido sólo contacto de tipo social, según explicó.
"He estado con el señor Perafán en múltiples oportunidades", dijo González al telenoticiero QAP el 8 de enero. Agregó que solamente el año pasado supo que "los medios de opinión" acusaban a Perafán de "actividades ilícitas".
El ministro reconoció al noticiero que cuando se desempeñaba como embajador ayudó a un hijo del presunto narcotraficante a conseguir cupo en un colegio de Suiza.
"Es un favor que se pide a los embajadores en forma continua", explicó González.
La relación de González con Perafán fue observada por el embajador de Estados Unidos en Colombia, Myles Frechette, y por altos mandos militares. Las dudas se acentuaron este viernes, al conocerse datalles de la existencia del llamado "narcocheque".
El comandante de las Fuerzas Armadas, general Harold Bedoya, destacó que González está cumpliendo su deber como ministro y que si ha pedido una investigación sobre el cheque está "en el camino correcto".
Pero cuando varios periodistas le preguntaron si creía en la inocencia del ministro, Bedoya no respondió y dio por terminadas sus declaraciones.
En enero, poco antes del nombramiento de González, Bedoya había señalado que el Ministerio de Defensa debía adjudicarse a a "una persona intachable", y aclaró que "intachable quere decir que no tiene tacha".
Frechette, a quien González entregó una copia del comunicado de este sábado, se negó a hacer comentarios y sólo expresó que se debe dejar que la justicia investigue el caso.
Estados Unidos evaluó negativamente el 28 de febrero el esfuerzo de Colombia contra la droga, por entender que Samper recibió 6,6 millones de dólares del cartel de Cali para su campana electoral de 1994 y que los narcotraficantes aún controlan sectores del gobierno.
El parlamento colombiano desestimó el año último la denuncia de que Samper conocía los aportes de los narcotraficantes a su campaña por la presidencia.
El opositor Partido Conservador, segunda fuerza política del país, pidió este sábado el cese de González, para facilitar la investigación que el mismo ministro solicitó.
Fabio Valencia, presidente del Partido Conservador, indicó que así el ministro disponga de todas las explicaciones del caso "lo cierto es que tener la responsabilidad de la captura de Perafán lo coloca en una posición muy difícil".
Según Valencia, la actitud de Bedoya en el caso es "indicativa del descontento que existe entre las fuerzas militares".
Mientras, el vicepresidente del Senado, Guillermo Ocampo, también del Partido Conservador, opinó que González no debió aceptar el Ministerio de Defensa, pues su conducta fue cuestionada ya al mencionarse su nombre como futuro ministro.
No obstante, Ocampo aclaró que no tiene dudas "sobre la honestidad e integridad mnoral del funcionario", quien "debe estar viviendo una situación muy complicada". (FIN/IPS/yf/ff/ip/97
