Cinco familiares de jefes guerrilleros secuestrados por paramilitares en el noroeste de Colombia, liberados en la noche de este miércoles, hicieron hoy un llamado a los grupos armados para la búsqueda de la paz.
Los familiares de miembros de la cúpula de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), el mayor grupo guerrillero del país, fueron entregados por "Autodefensas de Urabá y Córdoba" a representantes de la organización internacional Pax Christi y de la Cruz Roja en el departamento de Córdoba.
Es necesaria "la paz porque ya el país no da más", declaró el antropólogo Ricardo Sáenz, hermano de Guillermo León Saenz, uno de los principales ideólogos de las FARC.
Sáenz indicó que al momento de su liberación y la de sus compañeros los jefes del grupo paramilitar les manifestaron que la medida expresaba "un gesto humanitario de buena voluntad sin ninguna contraprestación".
Pero Sáenz manifestó su aspiración de que los 70 soldados que se encuentran en poder de las FARC desde hace cinco meses también sean liberados, porque "no hay ningún argumento que justifique el sufrimiento de la privación de la libertad.
Los soldados no han sido liberados por discrepancias entre el gobierno y las FARC para el despeje de la cabecera municipal de remolinos del Caguán, en el sur de Colombia, que es exigida por los guerrilleros para la entrega de los militares.
Otras dos personas liberadas en la noche del miércoles se manifestaron en el mismo sentido.
Carmen Arango pidió tanto a la guerrilla como a los paramilitares que se sentaran "a dialogar para la búqueda de la paz" y Leonor Palmera aseguró que los grupos de autodefensas están dispuestos a participar en una negociación de este tipo.
Sáenz, Marín y Palmera llegaron este jueves a Bogotá junto a Nury Carvajal y Luis Montoya, los otros dos liberados por el grupo Autodefensas de Urabá y Córdoba.
La liberación de estas cinco personas se produjo una semana después de que el nuevo ministro de Defensa, Gilberto Echeverry, anunciara que entre sus prioridades está la búsqueda de la paz como una política de Estado.
Según algunos analistas, los grupos paramilitares secuestraron a familiares cercanos de los jefes de las FARC para presionar la liberación de más de 200 personas que los guerrilleros mantienen en su poder. (FIN/IPS/yf/ag/ip/97