CHINA: La primera ONG ambiental legal desafía las tradiciones

El zoológico de Beijing luce hoy nuevos carteles, que no recomiendan, como los anteriores, formas de cocinar los animales. Por el contrario, ahora contienen consignas que exhortan a la protección de las especies.

El cambio es significativo dada la reputación de China de "cocinar todo lo que vuela o se arrastra", según Amigos de la Naturaleza, la primera organización ambiental que funciona en la legalidad y se ubicó a la vanguardia de la protección de los animales.

"No somos ambientalistas profesionales ni inspectores. Somos, apenas, un grupo informal de gente que intenta alertar al público", dijo el profesor Liang Congjie, presidente de Amigos de la Naturaleza.

La actividad de los casi 400 pioneros que integran la organización ya ha dado resultados, entre los que se destacan las medidas dispuestas por el gobierno en salvaguarda de los últimos monos dorados en los remotos bosques de la provincia de Yunnan.

Amigos de la Naturaleza comenzó a funcionar hace cuatro años, cuando abordó las amenazas que suponía la tala comercial en Yunnan sobre la supervivencia de los monos dorados, una especie que habita únicamente en China y que ya está en riesgo de extinción.

La organización difundió sus informes a través de los diarios y la televisión y se ganó el respaldo de varios "clubes verdes" de estudiantes en las universidades chinas.

La campaña a favor de los monos verdes inspiró a 30 activistas que emprendieron una incursión al hábitat de esa especie, a la que denominaron "larga marcha", igual que la retirada de las tropas del patriarca chino Mao Zedong durante la guerra civil (1934) que marcó el inicio de la victoria comunista.

La campaña culminó con una orden gubernamental que puso fin al proyecto de tala forestal en Yunnan. Pero Beijing debe pagar a las autoridades de la provincia 1,8 millones de dólares al año para asegurar la supervivencia de los bosques.

El cambio de dinero por preservación actuó, en definitiva, contra la idea de los ambientalistas, pues distintos condados amenazan ahora con comenzar a talar árboles a menos que el gobierno central les conceda fondos.

"Los empresarios chinos solo se preocupan de sí mismos, no del ambiente. Y no podemos permitir que usen a los monos de rehenes", sostuvo Liang.

La cruzada pública de este profesor es un soplo de aire fresco en un país que no tiene tradición en materia de organizaciones no gubernamentales.

Liang procede de una familia de pensadores considerados progresistas. Su padre, el arquitecto Liang Sicheng, protagonizó una recordada campaña por la preservación de los antiguos muros de Beijing en los primeros años 50. Su abuelo, Liang Qichao, fue un osado reformista a fines del siglo pasado.

Liang Congjie prefiere el gradualismo al radicalismo en materia de protección ambiental y su fe en la educación es la base de su actividad ambientalista. "Deberíamos educar al público", sentenció.

Como era de esperar, algunas de sus campañas, en lugar de esclarecer a la población, generaron ásperos debates en Beijing. Una de ellas fue la propuesta de liberar a todos los pájaros canoros enjaulados, que desafiaba una tradición milenaria.

Los comercios venden alrededor de 50.000 aves cada año, pero un millón de especímenes mueren en el proceso de captura, según Amigos de la Naturaleza.

"Los cazadores matan a los pájaros hembras porque no pueden cantar", reveló Liang. Pero su organización no pudo persuadir a los coleccionistas, que replicaron que sus mascotas disfrutan comida más deliciosa y cara que ellos mismos. "¿Acaso nosotros no amamos a las aves?", preguntó uno.

Sin embargo, el grupo reafirmará su campaña durante la "Semana de Amantes de los Pájaros" que realizarán el próximo mes.

Sea cual sea el resultado de estas peculiares jornadas, Amigos de la Naturaleza ya alcanzó un logro importantísimo: dar a luz a un incipiente movimiento "verde" en China.

La organización de Liang es aún la única no gubernamental ambientalista de funcionamiento legal en el país, pero cada vez son más los "clubes verdes" que no cuentan con autorización pero son tolerados por las autoridades.

Algunos de los más activos ambientalistas se reúnen cada año para realizar una actividad denominada "Campo Verde".

Este año, los participantes, en su mayoría estudiantes universitarios, señalarán la importancia de resguardar la vida silvestre en el sudeste de Tibet, y en 1997 destacarán la protección de las tierras húmedas en áreas costeras.

La gama de problemas ambientales que abordan estos grupos atañen a la raíz del auge económico de China. El manejo de las escasas fuentes de agua y el control de la contaminación también están en su mira.

"Degradar el ambiente es fácil, mientras protegerlo es difícil. Pero sin participación popular, el gobierno no puede hacerse cargo del trabajo con eficacia", según Liang. (FIN/IPS/tra-en/ab/ral/mj/en/97

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