CHILE: UE levanta barreras sanitarias a exportaciones

La Unión Europea (UE) se comprometió a no emplear las normas sanitarias y fitosanitarias como una barrera para las exportaciones de Chile, según un convenio negociado por ambas partes en esta capital.

Este convenio es el primero que se materializa en el marco del nuevo acuerdo de asociación y cooperación Chile-UE suscrito el 23 de junio de 1996 y fue calificado como valioso este martes por el influyente diario El Mercurio.

Juan Goñi, director del Departamento Europa del Ministerio de Relaciones Exteriores de Chileh, resaltó la importancia de este entendimiento para el país, que destina 27 por ciento de sus exportaciones a las 15 naciones miembros de la UE.

La demanda europea de mercancías chilenas se concentra en 78 por ciento en minerales, madera y sus derivados, y productos hortofrutícolas, siendo estos últimos los que han estado expuesto más frecuentemente a barreras no arancelarias.

Chile es igualmente un importante vendedor a la UE de productos de mar, frescos y congelados, que también caen en el ámbito potencial de restricciones por normas sanitarias impuestas unilateralmente.

La eliminación de las barreas sanitarias y fitosanitarias como mecanismo de restricción al intercambio está en el contexto del acuerdo que dio nacimiento en 1995 a la Organización Mundial de Comercio (OMC).

Los términos de este convenio fueron negociados en reuniones técnicas de expertos en comercio, agricultura, pesca y salud, celebradas en esta capital, que terminaron este martes, y ahora deben ser refrendados por las instancias superiores de la UE.

El protocolo adoptado en Santiago recoge las definiciones, los conceptos y la forma de funcionamiento que ambas partes van a aplicar para definir los temas sanitarios y sus respectivas instancias y normas de fiscalización, indicó Goñi.

El convenio determina el tipo de controles que se aplicarán para cumplir las normas pactadas, así como los organismos que estarán a cargo de poner en práctica y supervisar los estándares y procedimientos comunmente aceptados, agregó el funcionario.

Goñi comentó a El Mercurio que se trata de "un acuerdo al paso europeo, (lento) pero seguro", y que constituye el preámbulo para negociar otros convenios previsto en el tratado "de tercera generación" suscrito con la UE hace nueve meses.

El tratado apunta a consolidar líneas de cooperación e intercambio en la perspectiva de una futura integración política y económica, sin marcar como prioridad un acuerdo de libre comercio.

El cronograma de negociaciones técnicas contempla en el corto plazo otros convenios sobre aspectos aduaneros, reconocimientos mutuos en materia legal, estándares de normas técnicas y aspectos ambientales.

En la estrategia integracionista de Chile, la UE representa uno de los objetivos primordiales, junto a la asociación con el Mercado Común del Sur (Mercosur), el ingreso al Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLC) y la expansión hacia el área del Asia-Pacífico.

En 1996 el gobierno de Eduardo Frei suscribió, además del acuerdo con la UE, el tratado de asociación con el Mercosur, conformado por Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay, que entró en vigencia desde el 1 de octubre.

Se espera que este mes se clarifiquen las posibilidades de adhesión al TLC, una vez que el presidente de Estados Unidos, Bill Clinton, pida al Congreso la autorización de la "vía rápida" para las negociaciones comerciales con Chile. (FIN/IPS/ggr/ag/if/97

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