CHILE-ARGENTINA: Se abre solución para último conflicto limítrofe

Una comisión del Senado de Chile aprobó sorpresivamente el tratado de partición con Argentina del territorio austral de Campo de Hielo Sur, tras cinco años de debate, abriendo así paso a la solución del último conflicto territorial entre los dos países.

La aprobación del tratado suscrito en agosto de 1991 por el entonces mandatario chileno Patricio Aylwin (1990-94) y el presidente argentino Carlos Menem, tuvo lugar en la noche de este martes en la Comisión de Relaciones Exteriores del Senado en Valparaíso, 120 kilómetros al oeste de Santiago.

El texto fue votado favorablemente por los senadores Gabriel Valdés y Jaime Gazmuri, de la oficialista Concertación por la Democracia, y por Ignacio Pérez, del Partido Renovación Nacional (PRN), el mayor de la oposición derechista.

Pérez, quien debutó en la comisión como reemplazante de su copartidario Sergio Romero, dejó así en minoría a los dos senadores opuestos al tratado: el designado Ronald Mc-Intyre, representante de la Armada, y el derechista independiente Arturo Alessandri.

Romero, del sector "duro" del PRN, es un firme opositor al acuerdo que propone la partición de Campo de Hielo Sur (Hielos Continentales para los argentinos), un territorio de glaciares de 12.500 kilómetros cuadrados, situado unos 1.700 kilómetros al sur de Santiago.

Hasta agosto de 1991 Argentina y Chile tenían 24 litigios limítrofes sin resolver, ante lo cual Menem y Aylwin optaron por solucionar directamente 22 de esos casos, considerados menores, de acuerdo al Tratado de Paz y Amistad que ambos países firmaron en 1985.

Uno de los dos conflictos mayores, el de Laguna del Desierto, fue sometido de común acuerdo al arbitraje de un tribunal ad hoc de jueces latinoamericanos, que en 1994 falló a favor de Argentina.

Este virtual fracaso de la diplomacia chilena alentó a los sectores nacionalistas opuestos a la partición de Campo de Hielo Sur, que requiere de la aprobación de los parlamentos de los dos países.

En Argentina existe igualmente una fuerte corriente de rechazo al acuerdo, cuyo trámite se sumió en un virtual empantanamiento desde 1994 hasta que el 10 de diciembre pasado Menem y el presidente de Chile, Eduardo Frei, firmaron un protocolo adicional al tratado.

Este paso fue fundamental para la votación en la comisión del Senado chileno y abre perspectivas de que el gobierno logre apoyos en la derecha, mayoritaria en la cámara alta, para lograr la aprobación definitiva.

El ministro de Relaciones Exteriores, José Miguel Insulza, advirtió que el tema no será llevado al pleno senatorial mientras no exista una señal recíproca de Argentina, con una preaprobación en la Cámara de Diputados de ese país.

En la Cámara de Diputados de Chile el oficialismo controla 70 de los 120 escaños, pero en el Senado la derecha tiene mayoría gracias a los ocho parlamentarios designados al margen del voto en las postrimerías de la dictadura del general Augusto Pinochet (1973-90).

Tanto Menem como Frei rechazaron demandas de grupos nacionalistas de sus respectivos países de llevar el litigio a un arbitraje internacional y acordaron insistir en la vía de la aprobación parlamentaria del tratado.

El camino a recorrer aún en Chile será arduo y el gobierno deberá esforzarse en asegurar votos de los senadores "aperturistas" del PRN, así como eventualmente de algunos de los designados que no representan a las Fuerzas Armadas.

Al comentar la votación de Pérez en la comisión senatorial, Romero puntualizó que ello "no significa que el PRN esté de acuerdo (con el tratado) y por lo tanto la opinión pública no debe ser movida a error".

El senador Antonio Horvath, independiente de derecha, quien representa a la zona en que está situado Campo de Hielo Sur, calificó como "una vergüenza" lo acontecido en la noche del martes en la Comisión de Relaciones Exteriores.

Tanto Frei como Menem están interesados en cerrar este año este último conflicto territorial, para dar plena vigencia al proceso de integración bilateral iniciado en 1991 entre el mandatario argentino y el entonces presidente Aylwin.

La plena normalización de relaciones entre los dos países es también fundamental para desarrollar las potencialidades hacia el océano Pacífico del Mercosur, formado por Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay, al cual Chile está asociado desde octubre de 1996. (FIN/IPS/ggr/ag/ip/97

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