CARIBE: Región queda pobre de líderes sin Jagan y Manley

La muerte sucesiva del guyanés Cheddi Jagan y del jamaiquino Michael Manley dejó al Caribe escaso de líderes de altura internacional en menos de 24 horas esta semana.

Las similitudes entre Jagan y Manley eran evidentes. Los dos se ganaron la inquina de Estados Unidos, país cuyos gobernantes interpretaron la retórica antiimperialista y anticolonialista de ambos estadistas como procomunismo.

De los dos se dijo que fueron víctimas de las maquinaciones de las agencias de inteligencia de Washington, pues sus gobiernos fueron perjudicados en el plano internacional, desestabilizados en lo interno y luego derrotados.

Los dos recuperaron el poder en elecciones populares luego de un período en la intemperie política.

Los líderes de la Comunidad de Naciones del Caribe (Caricom) hicieron realidad el mes pasado uno de los sueños de Jagan, entonces presidente de Guyana, cuando firmaron la Carta de la Sociead Civil en Antigua.

El presidente de la Caricom, Lester Bird, primer ministro de Antigua y Barbuda, recordó el papel de Jagan en la elaboración de la carta, que fue, dijo, consistente en un todo con la preocupación del gobernante en la democracia y la libertad individual.

Paradójicamente, el presidente ejecutivo de la República Cooperativa de Guyana estaba entonces, como dijeron sus médicos, "luchando heroicamente" para recuperarse de un ataque al corazón. Pero perdió la batalla en la mañana de este jueves, a los 78 años.

El nombre de Michael Manley también fue mencionado con reverencia en la reunión en Antigua, donde se discutieron cambios en la estructura y el proceso de toma de decisiones de la Caricom, los primeros desde su constitución en 1973, con el tratado de Chaguaramas.

Manley era el único de los firmantes del tratado que sobrevivía entonces. Los restantes (Errol Barrow, de Barbados, Forbes Burnham, de Guyana, y Eric Williams, de Trinidad y Tobago) ya habían fallecido.

El gobernante jamaiquino también era considerado el arquitecto de la Comisión de las Indias Orientales que condujo Shridath Ramphal y que propuso inicialmente la Carta de la Sociedad Civil.

Menos de 24 horas después del fallecimiento de Jagan, el propio Manley perdería a los 72 años su "batalla heroica", una lucha de seis años contra el cáncer de próstata.

Como era previsible, los líderes del Caribe y otras prominentes personalidades regionales fueron efusivas en sus elogios hacia los dos veteranos estadistas.

Las loas se refirieron fundamentalmente al compromiso de Jagan y Manley con la integración del Caribe y sus luchas a favor del desarrollo de sus países y de los derechos de los más pobres.

"El compromiso de Jagan con la región fue muy claro", dijo Edison James, de Dominica. "Fue un campeón de la clase trabajadora a través de toda su vida", sostuvo el primer ministro de Granada, Keith Mitchell.

"Su cruzada a favor de los países más pobres y menos desarrollados del Caribe y del mundo me ha servido de inspiración", dijo Kennedy Simmonds, líder del opositor Movimiento de Acción del Pueblo de San Cristóbal.

Denzil Douglas, primer ministro de San Cristóbal y Nevis, dijo que creció en la admiración a "la temeridad, el intelecto y la pasión de Jagan para asegurar a los desposeídos del mundo una oportunidad justa en la vida".

"No puede haber mayor tributo a Jagan que dedicarnos a la causa de la integración del Caribe", dijo Baldwin Spencer, líder del opositor Partido del Pueblo Unido de Antigua.

Por otra parte, Lester Bird se refirió a "la visión y el coraje de Manley en señalar el camino hacia el establecimiento de la independencia económica y el fortalecimiento de la autonomía cultural del Caribe".

"Veo a Cheddi Jagan como el más veterano estadista del Caribe, uno que, aunque se esté en desacuerdo con él, se le debe admirar el sentido de compromiso con el hombre común y con sus ideas, el modo en que no abdicó de sus principios", dijo Adrian Fraser, historiador y analista político vicentino.

Fraser recordó, además, la contribución de Michael Manley en "la ubicación de los asuntos del tercer mundo en la agenda internacional" en los años 70 y también por "ayudar en el estímulo y profundización del debate político en el Caribe" y el mundo en desarrollo.

Jagan "efectuó los ajustes necesarios a la realidad de hoy, sin abandonar sus principios ni su compromiso", según el académico. Pero Manley "cambió algunas de sus ideas en su último período de gobierno", agregó.

En cambio, Ralph Gonzalves, del opositor Partido Laborista/Unidad de San Vicente, dijo que "no se debe olvidar los problemas que afrontó su país y su gobierno entre 1974 y 1980".

En opinión de Gonzalves, Manley "comprendió los cambios en el contexto internacional y realizó los suyos con pragmatismo".

Pero ambos vicentinos coinciden en que uno de los aspectos importantes del legado de Manley es, en palabras de Gonzalves, "la construcción de un camino al desarrollo basado en la civilización caribeña, que pidió préstamos al socialismo democrático y a la socialdemocracia internacional".

Manley, agregó, "mostró un tercer camino, diferente del capitalismo prístino y del socialismo marxista".

Tanto Manley como Jagan dejaron plasmados sus puntos de vista en libros y documentos, lo que permitirá a las sucesivas generaciones de caribeños acceder a sus enseñanzas.

"Ningún primer ministro caribeño, con la excepción, quizás, de Eric Williams, escribió tanto y con tanta claridad y autoridad como Manley", dijo Gonzalves.

Sus muertes dejan al Caribe pobres de liderazgo.

"El hecho de que dos gigantes abandonen la escena es un tremendo golpe para una región con carencias", estimó Gonzalves. (FIN/IPS/tra-en/ps/cb/mj/ip/97

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