Una serie de reportajes del diario O Globo de esta ciudad fue necesaria para lanzar un combate a la prostitución infantil en Manaos, capital de Amazonas, según anunció el gobernador de ese estado de Brasil, Amazonino Mendes.
Mendes aseguró a la prensa que cerrará todas las casas en que se explota sexualmente a las niñas en Manaos, a 2.800 kilómetros de Río, y la creación de una Secretaría de Ciudadanía y Justicia, para tratar de los derechos de la infancia y la adolescencia.
El gobierno brasileño lanzó el año pasado una campaña contra la explotación sexual de menores, un conocido problema en toda la región amazónica, especialmente en las áreas de "garimpo", minería informal que produce grandes concentraciones de población masculina y violencia.
Uno de los blancos de la represión es el turismo sexual, especialmente el internacional, y una campaña por televisión y otros medios llamó a la población a denunciar esa práctica. Pero la política oficial produjo poco efecto en las regiones de mayor incidencia del problema.
O Globo dedicó el domingo dos páginas a la explotación sexual de niñas de 12 a 17 años en varios "casinos" ilegales de Manaos. El juez de menores Rafael de Araujo Romano denunció la omisión del gobierno y la policía ante un problema que "está en todas partes y toda la gente ve".
Entrevistas con niñas víctimas de la violencia en las calles y en el hogar, y con hombres que prefieren las más jóvenes revelan el mercado sexual de la ciudad. Por diez dólares se pasa una hora con una niña y unos 300 hoteles se prestan para esos encuentros por cinco dólares la hora, violando la ley.
Mendes dijo que desconocía la amplitud del problema, pese a la actividad generalizada en hoteles y casinos, e incluso cerca de comisarías, y opinó que la prostitución infantil se practica igualmente en otras ciudades del país, incluso en la capital y las más ricas, como Sao Paulo, producto de la inequidad social.
La policía de Amazonas es una institución en crisis, según se reconoce. En su anterior gestión, el mismo Mendes la disolvió en 1989 por considerarla irrecuperable, despidió a 300 miembros y la reconstituyó "con los mejores salarios del país", un mínimo de 1.400 dólares.
El Ministerio de Justicia también se movilizó tras las denuncias del diario de Río de Janeiro. El lunes próximo enviará a Manaos a la directora del Departamento de Infancia y Adolescencia, para presionar a las autoridades locales a castigar la explotación sexual de menores. (FIN/IPS/mo/ag/hd-pr/97