La muerte de Carlos Palenque, carismático animador de radio y televisión y candidato a la Presidencia de Bolivia, dejó sin líder a una fuerte corriente populista asentada en La Paz y sus alrededores.
Palenque, fundador y jefe de Conciencia de Patria (Condepa), la primera fuerza política en La Paz y la cuarta de Bolivia, murió a los 52 años la noche del sábado víctima de un ataque cardíaco.
Una incesante romería de gente humilde, que desfiló hasta el momento de su entierro, este lunes, lloró la muerte de su "compadre", que en más de dos décadas se había convertido en el protector de los más pobres desde un sistema de radio y televisión de su propiedad.
Sobre todo mujeres que habitan en las laderas y quebradas de la accidentada La Paz acompañaron al cadáver de Palenque, pese a la copiosa lluvia que comenzó la noche del sábado, en las alcaldaías de La Paz y el Alto, donde fue velado.
"El pueblo pierde a un luchador que le abría espacios, que lo escuchaba. Era su conquistador", afirmó el periodista Rafael Archondo, investigador del fenómeno del "palenquismo".
Palenque sacudió las estructuras coloniales de una región (La Paz y la extensa zona altiplánica de los Andes) marcada por la discriminación y el racismo, pero no consiguió removerlas, señaló Archondo.
Tuvo un paso corto pero exitoso por la política desde 1988, cuando en una reacción contra la clausura gubernamental de sus medios de comunicación fundó "Conciencia de Patria", que desde entonces conserva la mayoría en La Paz y El Alto, principales plazas electorales de este país.
El respaldo incondicional de su electorado tuvo como base al carisma de un hombre querido por unos y odiado por otros, que diariamente abría los micrófonos de su radio y las cámaras de la televisión a la gente que nunca tuvo acceso a ellos y que acudía para contarle al "compadre" sus penas y angustias.
Este caudillo murió en medio de un drama familiar: se encontraba en un proceso de divorcio, tres días antes del deceso un juez había otorgado la custodia de sus dos hijos a los padres de su aún esposa, la ex alcaldesa de La Paz Mónica Medina.
Tras la muerte de Palenque, su esposa, también afectada del corazón, tuvo que ser internada y se prevé para los próximos días su viaje a Santiago de Chile, donde se le realiza un tratamiento del corazón.
El gobierno ha dispuesto un fuerte dispositivo de seguridad en torno a la clínica donde se encuentra Medina, en Cochabamba, para evitar incidentes, ya que los partidarios de Palenque reponsabilizan a la ex alcaldesa de su deceso.
Los adversarios políticos del líder fallecido, aún los que mantenían posiciones intransigentes con la corriente que representaba, le rindieron homenaje suspendiendo hasta este martes las campañas de proselitismo electoral en las que se encontraban, de cara a las elecciones de junio.
"Va a ser muy difícil llenar tu vacío", dijo el presidente Gonzalo Sánchez de Lozada al cuerpo inerte de Palenque durante el velorio.
"Las elecciones de junio encontrarán a un electorado altamente sensibilizado por la muerte del jefe de Condepa. Todo parece indicar que habrá un voto de solidaridad", afirmó el investigador Archondo.
Las escenas del funeral del caudillo parecen ser señales de que el movimiento social de reivindicación cultural detonado por el caudillo está lejos de desaparecer.
"Palenque no fue más que un despertador de demonios. Oxigenó las formas de sentir y de pensar de 'lo indio' en medio de las adversidades urbanas, sacó a pasear las costumbres ancestrales de la solidaridad, el cariño y el reconocimiento mutuo a pesar de la miseria", agregó Archondo.
La conducción de Condepa fue encomendada a Remedios Loza, mujer que acompañó a Palenque en las más de dos décadas de trabajo en la "Tribuna Libre del Pueblo", programa de radio y televisión que permitió su éxito electoral.
La "chola" Remedios, como se la conoce, es diputada desde 1989 y es casi seguro que será proclamada candidata a la Presidencia para las elecciones generales del 1 de junio.
Su repentina elección como nueva jefa nacional de Condepa marca un hito histórico, ya que es la primera vez que en este país una mujer conduce un partido político de primer orden. (FIN/IPS/jcr/dg/ip/97