ASIA MERIDIONAL: Buenos vecinos otra vez

La rivalidad entre vecinos frustró por años la cooperación económica en Asia Meridional, pero ahora las relaciones entre India y Bangladesh están mejorando y Pakistán muestra señales de reconciliación con su archienemigo.

En los últimos meses hubo una mejora notable de los vínculos regionales, y los nuevos gobiernos de las tres naciones vecinas demostraron su voluntad de hacer a un lado las inhibiciones políticas domésticas que impedían la buena vecindad.

Tras una brecha de más de tres años, India y Pakistán mantendrán conversaciones este mes. Según los observadores, ésta es una señal de optimismo, pero no se pueden esperar grandes resultados del deshielo de las relaciones.

Las conversaciones en Nueva Delhi entre altos funcionarios de las cancillerías serán seguidas por un encuentro de los cancilleres I.K. Gujral, de India, y su homólogo paquistaní, Gauhar Ayub Khan, en la conferencia ministerial del Movimiento de Países No Alineados, que se realizará en India el mes próximo.

Los primeros ministros Nawaz Sharif, de Pakistán, y Dewe Gowda, de India, tendrán la oportunidad de reunirse por primera vez en una cumbre regional que se celebrará en mayo en Maldivas.

La abrumadora victoria electoral de Sharif, en febrero, y su positiva respuesta a la oferta de conversaciones realizada por el primer ministro de India pusieron un alto a la guerra verbal entre los dos gobiernos.

Ambos están dispuestos a tratar sus diferencias en la mesa de negociaciones, pero ninguno se declaró dispuesto a cambiar sus rígidas posturas sobre la principal disputa: el control de Cachemira, el estado norteño de India reclamado por Pakistán.

Cachemira ha sido la manzana de la discordia desde que Pakistán fue creado como estado separado de India, en 1947, con el propósito de nuclear a la población musulmana en una sola región.

Ambos países fueron a la guerra en dos ocasiones por el estado norteño, que ahora está dividido. India culpa a Pakistán por la insurgencia en Cachemira, que el ejército no ha podido controlar, aunque el año pasado el estado eligió un gobierno propio tras seis años de estar sometido al régimen central.

Mientras, India se ha asegurado su flanco oriental. Un histórico acuerdo de división de aguas fluviales eliminó el pasado diciembre la mayor causa de irritación en los vínculos con Bangladesh.

El tratado fue seguido por otros para detener la ayuda a insurgentes que operan fuera de los territorios de cada uno y enviar 50.000 refugiados de vuelta a Bangladesh, luego de más de una década.

Esta semana, altos funcionarios de gobierno de ambos países se reunieron en el quinto encuentro de la Comisión Económica Conjunta India-Bangladesh, que en los últimos tres años no ha sido capaz de sujetarse a su agenda de reuniones anuales.

"El encuentro tuvo lugar en una nueva atmósfera de entendimiento y cooperación", declararon el canciller indio y su homólogo bengalí, Abdus Samad Azad, en una conferencia de prensa ofrecida el miércoles en Nueva Delhi, al finalizar la reunión.

Los observadores piensan que no se trata solamente de retórica diplomática. El gobierno bengalí de Seikh Hasina Wajed está determinado a hacerse amigo del país que lo ayudó a liberarse de la dominación paquistaní hace un cuarto de siglo.

La mayor evidencia de esto es, por supuesto, el pacto de división de las aguas del Ganges, que por años permaneció sin concretarse porque no resultaba políticamente aceptable para el gobierno anterior de Bangladesh.

Como para demostrar que no hablan en vano, Dhaka y Nueva Delhi también resolvieron la última semana el polémico tema del retorno de más de 50.000 refugiados chakma a sus hogares, en el sudeste de Bangladesh.

A nivel doméstico, la gobernante Liga Awami de Bangladesh se enfrenta a la oposición política contraria a India.

Los periódicos locales comentaron esta semana acalorados debates parlamentarios entre el partido de gobierno y el Partido Nacional de Bangladesh, de la ex primera ministra Khaleda Zia, que acusó al gobierno de transigir demasiado, tanto en el pacto sobre el Ganges como en la reciente concesión de facilidades de tránsito comercial.

Esta semana, Nueva Delhi anunció el levantamiento de barreras arancelarias y no arancelarias a las importaciones de Bangladesh, en un intento por corregir el desequilibrio comercial favorable a India. (FIN/IPS/tra-en/mu/an/ml/ip-if/97

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