Cada martes por la noche, un grupo de actores aficionados de Noruega se reúnen a estudiar español en el pequeño municipio de Hemsedal, con el propósito de representar una obra de su país en Nicaragua.
El grupo, integrado por tres mujeres y un hombre, forma parte de un proyecto conjunto con un grupo nicaragüense, concebido para intercambiar obras basadas en las tradicionales culturales de cada uno de los países.
El proyecto es patrocinado por la Agencia Noruega para el Desarrollo (NORAD), un organismo gubernamental de ayuda internacional que este año reservó 132.000 dólares para la cooperación cultural con países en vías de desarrollo.
La iniciativa encaja bien con la política noruega de cooperación internacional para el desarrollo, que apoya fuerzas democráticas, destacó Thore Hem, jefe de la división de cooperación cultural e institucional de NORAD.
"Tratamos de armar una obra basada en la antigua cultura noruega (posiblemente un mito o un cuento de hadas) que pueda entenderse en Nicaragua", explicó la directora del grupo, Grete Haugen, una peluquera que en sus ratos libres se dedica al teatro.
"Justo ahora hay un grupo de nicaragüenses ensayando una obra basada en sus propias tradiciones", explicó, y agregó que cuando los actores noruegos viajen a Nicaragua, en julio, se representarán las dos piezas y habrá una obra en la que participarán ambos grupos.
Grete y los actores pertenecen a un club juvenil llamado Samhald, fundado hace casi 100 años, que incluye entre sus actividades el teatro de aficionados.
El año pasado, el director nicaragüense Pablo Pupiro, miembro de la Asociación de Promotores de Cultura, dirigió una obra en Hemsedal basada en viejas leyendas e historias locales.
"El público esperaba una versión muy centroamericana de nuestra historia local, pero la obra resultó muy noruega", señaló Grete.
Durante su estadía de tres meses entre los 1.700 habitantes de Hemsedal, Pupiro trabajó como asesor de un grupo infantil de teatro.
"La forma de hacer teatro en Nicaragua es muy distinta que en Noruega", dijo a los periodistas. "En Nicaragua usamos mucho la improvisación. Los actores se reúnen, llegan a un acuerdo sobre el tema de la obra y luego comienzan a improvisar", explicó.
Otra diferencia, señaló el director, es que en Nicaragua los mitos se utilizan a menudo en un contexto teatral para reflejar problemas actuales entre personas, familias o generaciones.
Samhald es una de las sociedades locales que integran Ungdomslag Noregs, una federación de clubes juveniles noruegos con 101 años de antigüedad.
Ungdomslag Noregs tuvo sus primeros contactos con Nicaragua a comienzos de la década de 1980. Actualmente la federación posee una relación formal con la Asociación de Promotores de Cultura de Nicaragua y ambas instituciones intercambian grupos y líderes, especialmente en el área teatral. (FIN/IPS/tra-en/at/mk/ml/cr/97